Little Victories

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Liv LaRusso

Primer día de trabajo, aquí vamos, le debía a Sam una grande por cubrirme hoy con papá y mamá lo bueno es que se la devolvería cuando ella saliera muy pronto con Miggy, espero que de verdad Miguel se anime a preguntarle no creo que Sam lo rechacé, al contrario, estoy segura de que me tendrá ocupada eligiendo outfits para su cita. En fin, acompañada de la melodía de Starstruck, llegué al dojo de Cobra Kai, palabra que estaba casi prohibida en mi casa, sabía que papá se volvería loco si se enterará de esto, pero de verdad quería intentar hablar de nuevo además con los lazos que he creado jamás podría alejarme de aquí.

-Liv, ¿Qué haces? – interrumpió Aisha mis pensamientos para llegar a mí junto con Miggy y Hawk, señalé mis audífonos y se los pasé para que escuchará la melodía – ¿Otra vez el álbum de esa película? – asentí apenada- Desearía tener una fan tan leal como tú- sonreí

-Liv siempre está escuchando eso- dijo Miguel contestándole a Aisha- La conozco no hace mucho y ya me vi la película con ella como cinco veces- crucé mis brazos fingiendo enojo- Oh vamos Liv, no te enojes- se acercó a mi haciéndome cosquillas a lo que reí y traté de que me dejará en paz escondiéndome atrás de mi única amiga ahí -Livyyyy, ¿me harías un favor? - asentí con duda- ¿Me podrías comprar un Gatorade?- asentí sonriendo para dar la vuelta y empezar a caminar hacia el mini súper no sin antes escuchar un sonido de susurro lejano y alguien tropezándose

-Liv, espera- dijo Hawk tras de mí, pero aceleré mi paso al escuchar su voz- Por favor- tomó mi mano para frenarme por lo que me giré quedando enfrente de él con una cercanía, que trate de no disfrutarlo en este momento– Lo lamento, no quise decir eso, porque sé que tú no eres así, nunca lo has sido. Liv, no quise mentirte es sólo que de verdad me gustas y recuerdo desde la primera vez que te vi pensé que no había nadie más perfecta que tú. Sé que tienes miedo de volver a enamorarte, pero te juro Liv que si me das una oportunidad puedo serlo, puedo ser ese lugar seguro donde puedas ser tu misma y te puedas sentir bien, puedo pelear por ti cada vez que lo necesites, puedo hacerte feliz y sé que soy un desastre, pero puedo ser el mejor desastre de tu vida- suspiró para tomarme las mejillas con sus manos mientras las acariciaba lentamente con su pulgar- Solo necesito una oportunidad, Livy. Solo una- lo miré por unos segundos a sus ojos y lo abracé compartiendo un momento con él, que él tiene mezclado con su colonia, sentí sus brazos alrededor de mi cintura pegándome más a él. Tal vez no era mucho el tiempo que no habíamos hablado, pero lo había extrañado muchísimo y después de las palabras que me dijo no pude evitar sentir esas maripositas en el estómago junto con mi palpitante corazón que al parecer él tiene el poder de hacer que palpite con más rapidez – Te quiero Liv y de verdad quiero que estés a mi lado- eso había sido tan dulce, sonreí con mis ojos a punto de lagrimar -No llores Livy, no quería hacerte llorar- me dijo sintiendo mi lágrima en su cuello, me alejé de él sin apartar mi mirada con la suya y alcé mi mano para acariciar su mejilla, cerró sus ojos por unos segundos para disfrutar de lo que estaba haciendo -¿Puedes darme una oportunidad para intentarlo?- sonreí y asentí sin dudarlo -¿En serio?- asentí de nuevo -Te prometo que voy a hacer todo lo posible para verte y hacerte feliz – me paré de puntas y le di un beso en la mejilla, tomé su mano para empezar a dirigirnos al mini súper -Liv, espera. Si sabes que lo del Gatorade era mentira, ¿verdad? – frené para verlo haciendo ojitos de cachorro – No me mires así, sabes que no te puedo decir que no a nada cuando haces eso– lo hice con más intensidad- Esta bien, iremos por tu chocolate – y sí, él me conoce tan bien que sabe lo que quiero sin decírselo

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Robby Keene

¿Es difícil de creer si por fin me siento parte de algo importante por primera vez en mi vida? ¿También es increíble mencionar que por fin encontré mi lugar seguro? ¿Lo perderé todo si se enteran de la verdad? ¿Perderé a Liv?