Little Victories

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Lo primero que hice al llegar de nuevo a Encino, fue correr hacía el hospital, habían dicho que Miggy por fin había despertado así que con todo y mis trenzas playeras decidí ir a verlo. Me indicaron en que habitación estaba, fue cuando le vi, estaba acostado con la cabeza baja, sabía que estaba llorando; por lo que me dijo su enfermera no hacía mucho que le habían diagnosticado paralisis en las piernas y para él debe ser muy dificíl.

-Miggy- dije cuando entré a su habitación - ¡Miggy!- corrí a abrazarlo con las lágrimas en mis ojos – Pensé por un momento que te había pérdido-

-Rayito- sollozó – Te necesitaba tanto-

-¿Recibiste todos mis regalos y cartas?-

-Claro que lo hice, he leído cada una de ellas y tus historias en Santa Mónica. ¿Te has cortado el cabello?-

-Sí, ¿Es lindo?-

-Todo lo que te pongas se verá bien en ti- me sonrió -¿Por qué no habías venido?-

-Estaba con Robby- tomé su mano – Perdóname- pausé – Es sólo que él también necesitaba mi ayuda. Al principio quería irme y regresar a verte pero después decidí quedarme a ayudarlo. Lo lamento, porque se que tú no habrías hecho lo mismo que yo, pero te prometo que estaré en cada paso de tu recuperación apoyándote en todo lo que necesites- entrelazó su mano a la mía y me sonrió

-Me van a operar el viernes-

-Eso es bueno Miggy-

-Es un cirujano de otro Estado, se supone que hace milagros. No quiero ilusionarme, pero la cirugía es cara y mi mamá se endeudará mucho-

-Te prometo que ayudaré, estuve trabajando estas semanas y junté una cantidad de dinero, puedo darséla a tu mamá, no acepto un no en respuesta, solo te estoy avisando-

-Te necesitaba tanto- rompió a llorar de nuevo – No quiero quedarme así, Liv. No quiero-

-No lo harás Miggy- lo abracé de nuevo – No lo harás, esa cirugía funcionará-

-Sam vino hace rato- me dijo- Me dio esto – me mostró una carta de un pulpo

-Es lindo Miggy- le sonreí – Yo creo que a Sam le sigues gustando-

-¿Tú crees?- me sonrió

-¿Esa fue una sonrisa?- lo molesté – Te gusta Sam otra vez-

-Oh Liv- se sonrojó Miguel – No sé que siento-

-Yo sé lo que sientes, pero toma tiempo darse cuenta, créeme- apreté su mano -¿Hablaste con Johnny?-

-No quiero verlo Rayito-

-Esta bien, será cuando quieras Miggy-

-el serpiente- dijo esa voz, que no sabía que iba a encontrarme hoy, no estaba lista al menos no para verlo a la cara. Sé que no estabamos juntos cuando me fui con Robby pero eso no quita que él debe de estar furioso por que me fui con Robby - ¿Liv?-

-Hola- me volteé a verlo

-¿Te cortaste el cabello?-

-Yo... este sí-

-¿Regresaste con Keene?- ya sabía yo que no duraría mucho la faceta que me gustaba

-No hagas preguntas en las que no quieras saber la respuesta- miré a Miggy – Nos vemos luego, Miggy. Iré a hacer lo que te dije- Hawk estaba en el camino - ¿Te harás a un lado?- se quitó pero tomó mi brazo antes de que me fuera

-Tú y yo nos estaremos viendo Liv, podrás haberte ido con ese imbecíl pero ahora que estás aquí...-

-No me interesa escucharte más- sacudí mi brazo – Si me disculpas- dije yendo a la recepción - ¿Disculpe? – le dije a la recepcionista -Quisiera hacer una donación para la operación de Miguel Díaz- le entregé mi dinero