Little Victories

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Papá seguía sin hablarme ni siquiera me miraba si estabamos en el mismo espacio y eso me dolía muchísimo, Sam a penas y me dirigía la palabra, con Hawk ni siquiera me hablaba, él si a mi pero yo no le contestaba ni las llamadas ni los mensajes y con Miguel me pasaba lo mismo; Robby se había vuelto mi única compañía y al único con el que mi relación no había cambiado drásticamente y es que cuando podía se escabullía en mi habitación por las tardes y se recostaba junto a mí mientras cada uno leía un libro diferente con música de Taylor Swift de fondo, Mamá y Anthony eran los únicos de mi familia con los que seguía teniendo una relación normal.

-Robby, ¿Puedes cubrirme?- me miró – Te juro que solo tengo que ir porque Johnny es mi tutor en las clases de baile, solo iré a que me firme y ya-

-Liv, tu sabes que eso no acabará bien- contestó

-Por favor Robby- supliqué -Haré lo quieras-

-¿Lo que quiera?-

-Lo que quieras-

-Bien, te llevó y te dejo una cuadra antes- tomó las llaves de mi coche que ahora era de los dos, cosa que realmente no me molestaba en absoluto, me molestaría si mi Diosa Taylor no se pudiera escuchar y junto al ritmo de Style llegamos cerca del dojo -¿Segura que quieres ir?-

-Tengo que- voltee a mirarlo -Robby,¿Nos vemos en el Club? Mamá me dijo que irían-

-Claro que sí Liv- besó mi mejilla- Te veo ahí-

Bajé del auto y aunque los nervios me comían por entrar, decidía a esperar a que la clase casi acabará. La campanilla se escuchó al momento de que ingresé por la puerta, Johnny me volteo a ver de inmediato el ademán de acercarse a mí, pero fue Miguel él que se quitó del agarre que una chica de cabello rubio, al parecer nueva, le había hecho en el suelo y se paró al instante. La chica me volteó a ver, analizándome de pies a cabeza, cosa que hizo que bajará la cabeza y me concentrará en los sucias que estaban mis agujetas de mis zapatos.

-Mini LaRusso- me llamó Johnny – Pasa- me señaló la oficina y cerró la puerta -No vuelvas a hacer eso-

-¿Qué cosa?- pregunté

-Te vi, ¿Por qué rayos bajas la cabeza?- contestó – Eres una cobra, que no se te olvide; nunca bajas la cabeza ante el ataque, al contrario, subes la cabeza más alto. Te he enseñado a no ser una nenita-

-Lo sé, pero hay algo con esa chica que intimida mucho- saqué el papel- En fin solo vine a esto, necesito que lo firme de nuevo como cada mes y también le traje esto- le mostré la foto- Sé que es una cursilería pero una amiga la tomó y salió linda la foto- Era un foto después de la competencia de baile cuando corrí hacia ellos y abracé a Johnny

-Dame eso- tomó la foto y lo guardo en el cajón -Guardaremos esa cursilería en el cajón-

-Johnny puede ser que no me dejen volver nunca-

-Fueron unos idiotas- contestó -No debieron subirte-

-Papá no me habla ni si quiera me dirige la mirada- me miró a ver y me dirigió una mirada de pena – Lo volví a decepcionar-

-Mini LaRusso- se acercó- Volverá a hablarte si algo he aprendido es que tienes el don de meterte en el corazón de las personas y por más molesto que sea, quedarte ahí-

-¿Lo crees?- pregunté

-Claro que si, kiddo- contestó – Robby... ¿Se encuentra bien?-

-Sí, el se ha vuelto mi única compañía estos días-

-¿Le gustas?- preguntó haciendo que me sonrojará

-¿Qué? No, bueno no lo sé- tartamudeé- Somos amigos-