¿Amor? (Jiwoo X Sucheon)

Cerca, Siempre Cerca

Después de que el caos del rescate terminara, el grupo regresó al refugio. Jiwoo se negó a separarse de Sucheon ni un solo momento, incluso mientras Kartein se encargaba de analizar sus heridas. El chico de cabello morado oscuro y casi negro estaba débil, pero al menos estaba a salvo. Kartein se sentó junto a la cama de Sucheon, su expresión de concentración a la par con la suavidad de sus manos al tratar de sanar al joven.

-Tu cuerpo tiene más daño de lo que esperábamos, pero no te preocupes. Estarás bien -dijo Kartein mientras su luz dorada se extendía sobre las heridas de Sucheon, sanando las contusiones y las fracturas internas.

Sucheon frunció el ceño, mirando a Jiwoo, que no dejaba de mirarlo con ojos preocupados desde una silla cercana.

-Te dije que no tenías que venir -murmuró Sucheon, pero sus palabras no tuvieron la misma dureza de antes. La verdad era que, ahora que veía a Jiwoo cerca, no podía evitar sentirse... diferente. Extrañamente agradecido.

Jiwoo, con la cabeza baja y un leve rubor en las mejillas, permaneció cerca, casi pegado a la cama de Sucheon. No era solo su preocupación por el estado de su amigo lo que lo mantenía allí, sino que, algo dentro de él, no quería separarse.

-No podía dejarte solo... -respondió Jiwoo, con voz suave, pero firme. Sus ojos brillaban con una mezcla de emoción y lealtad.

Sucheon soltó un suspiro, sintiendo que algo en su pecho se apretaba. -Eres como un perro, ¿sabías eso? No te separas de mí ni un segundo, ¿eh?

Jiwoo levantó la cabeza, confundido por el tono de Sucheon. -¿Un perro?

-Sí -replicó Sucheon con una media sonrisa cansada-. Eres como ese tipo de perro que se queda pegado a su dueño todo el tiempo, sin dejarlo ni respirar.

Jiwoo se sonrojó más, sin saber si sentirse avergonzado o halagado. Decidió no responder, solo quedarse allí, observando cómo Kartein terminaba de curar a Sucheon. A pesar de la ligera burla, Jiwoo no podía dejar de sentirse feliz de que, por primera vez, el chico de cabello morado no lo empujara.

Kartein terminó su sanación, mirando a Sucheon con una expresión que no dejaba espacio para más excusas. -Lo que tienes que hacer ahora es descansar. Y por favor, no me hagas decirte que te quedes quieto. Estás más agotado de lo que imaginas.

Sucheon intentó mover los brazos, pero el dolor lo hizo detenerse rápidamente. -Lo que tú digas, viejo.

Jiwoo no pudo evitar esbozar una sonrisa al escuchar ese tono más relajado de Sucheon. Aunque aún estaba herido, su actitud había cambiado, y eso significaba algo.

Kartein se levantó, observando a Jiwoo. -Voy a estar cerca si necesitas algo, pero, por ahora, te quedas con él. Lo mejor es que descanses y te recuperes por completo.

Jiwoo asintió, pero no se movió. En lugar de eso, se acercó aún más a la cama de Sucheon, casi como si estuviera pegado a él. La mirada de Jiwoo nunca se apartó de su amigo.

-No te voy a dejar solo... -susurró Jiwoo una vez más, casi sin pensarlo.

Sucheon levantó la mirada hacia él, observando cómo el chico no parecía dispuesto a moverse ni un centímetro. Su corazón dio un giro extraño al ver la dedicación en los ojos de Jiwoo.

-De acuerdo, de acuerdo -murmuró Sucheon, su tono más suave de lo normal. La sensación de ser cuidado, de tener a alguien que se quedara con él, era algo que no podía rechazar.

Al principio, lo había visto como un fastidio, algo que evitaría a toda costa. Pero, ahora, sin que él mismo lo notara, empezaba a verlo como algo... cómodo. No quería admitirlo, pero, al igual que Jiwoo, no quería que ese "perrito" se alejara.

Mientras Jiwoo se acomodaba junto a la cama de Sucheon, sentía una extraña paz, como si la relación entre ellos hubiera dado un giro inesperado. Algo más estaba naciendo, y tal vez, solo tal vez, ya no era solo por la amistad.