Capítulo 13

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LILIBETH

La mirada de Oliver me sigue por todos lados, si camino, si me lamo los labios, todo, estudia cada maldito detalle de mí y siento que no puedo estar más enfadada con la vida, el plan era simple, venir por el funeral de mi padre, solo eso, nada más, y ahora no solo tengo que soportar el hecho de que Artemis esté como demente queriendo recuperar lo que él mismo echó a perder, sino, a Oliver, quien sospecha que oculto algo, el problema es que oculto muchas cosas.

—Habla —insiste.

Trago grueso, no pienso hablar. Voy a proteger mi mundo a capa y espada.

—Lilibeth, de aquí no te vas hasta que hables —espeta con firmeza.

—No sé a qué te refieres —blanqueo los ojos optando por una actitud sarcástica y relajada, como si nada estuviera pasando.

Vuelve a quedarse callado, y he aprendido que Oliver es más peligroso cuando calla que cuando habla, me remuevo inquieta y cuento los segundos para que se canse y deje todo de lado, no lo hace. Siento que el aire me sofoca.

—¿Acaso quieres que te obligue? —de dos zancadas merma el espacio que hay entre los dos.

Tira de mi muñeca y me quejo con su brusquedad, a él parece no importarle.

—Habla.

—Te dejé porque estaba mal ¿sí? Artemis me violó, no iba a dejar que mis mierdas te hundieran, sabía que tu sueño estaba en otra parte, hice todo para que lo lograras, de eso no me arrepiento —confieso con lentitud—. Jamás lo haría.

—Ocultas algo más —insiste.

—Nada —trago grueso.

Detiene mi mirada fijamente hasta que me suelta.

—Bien, si así es como quieres jugar.

—No estoy jugando, solo vine por el funeral de mi padre.

—Y no te vas hasta que veas con tus propios ojos lo que has logrado con tus mentiras.

—¿A qué te refieres? —enarco una ceja con incredulidad.

Oliver se queda callado un par de segundos.

—Antes de que te vayas siendo una cobarde, quiero que vayas a ver esta noche mi pelea —dice—. Es lo menos que me merezco, luego de que prometieras cosas que no cumples.

Sus palabras me sientan como patada en el estómago, quedarme significa estar vulnerable entre Artemis y él, pero en eso tiene razón, es lo menos que puedo hacer luego de lo que ha pasado.

—No lo pienses y hazlo —mueve el cuello con estrés.

—Está bien, si eso te hace sentir mejor —asiento.

—Mandaré a alguien por ti, Artemis está suelto y no quiero que se te acerque.

«Pero él ya lo hizo»

—Deberías poner más seguridad —refuto.

Sonríe y luego sale, cuando la puerta se cierra, lleno mis pulmones de aire. Me pongo ropa cómoda, unos vaqueros ajustados, una blusa de manga larga con escote, botas de agujeta y comienzo a empacar.

—¿Es cierto?

Elsa entra echa un manojo de nervios, cierra la puerta con pestillo.

—¿Qué?

—Escuché decir a la zorra de Marta que irás a la pelea de Oliver esta noche —habla tan rápido que me es imposible seguir su paso—. Pero obvio es mentira, porque nos vamos.

Un Corazón Maligno #2 © [COMPLETA]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora