"POESÍAS AL AIRE"

LEVANTARSE

Lo siguiente no es un poema' sino un escrito en el que me enfoqué en describir un poco lo que sería o es para mí, levantarme. Espero que les guste y si no, lo intenté :D
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Era una mañana en la que me desperté sintiéndome más cansada de lo normal, mis brazos temblaban por cada movimiento que hacía, era como si hubiera hecho miles de ejercicios para provocar que se me entumieran a tal punto de sentir que no existían.

Mi mirada era profunda y parecía perderse en la oscuridad de mi cuarto, cada centímetro era una negrura fresca recordándome que era un nuevo día para levantarme. El aire helado penetró mis párpados y rodeó mis ojos como abrazándolos para adherirme a la realidad y hacerme caer en cuenta de que sigo teniendo vida.

Cada pestañeo rasgó profundamente hasta lo más oscuro de mi alma y me pesó tanto que no pude contener un bostezo para tranquilizarme y calmar mis pulsos. Mi corazón acelerado me indicó que sería un día muy cansado y desgastante, el sentir que casi no podría respirar me hizo tener miedo de esos momentos en los que sabía que no podría convivir con el oxígeno.

¿Solo convivir con el oxígeno? Probablemente no solo con eso.
Mis piernas, tan desgastadas como un borrador con más de un año de uso, feroz. Siento que muchas veces, me han permitido dar un paso tras otro hacia alcanzar ese gran sueño que tengo en esta vida.
Pero ¿por que no pude quedarme en el que estaba teniendo hace un momento?

Desesperadamente salí de mi cama gracias a ella, permitiéndome sentir ese peso sobre mis hombros como todos los demás días. Mi cabello desarreglado no me permitió  contemplar con exactitud el brillo de la luz de aquel inmenso sol, cruzando mis ventanas. Pero si me hizo saber, que si no arreglaba esas enredaderas, no podría contemplar las cosas mas mínimas.

Tengo sentimientos encontrados y cada paso que doy me lastima mas que el anterior, pero sigo viva aquí porque hoy pude levantarme. Mi espalda, encorvada y llena de contracturas me recuerda aquella vez en la que cargué a alguien para que no se lastimara. Yo nunca me arrepentiré de eso, porque sé que mi cuerpo es capaz de cargar con eso y tal vez muchas cosas mas.

Hoy curiosamente me levanté con un ardor en mi garganta, aquellos gritos desesperados que di en mi sueño tal vez hicieron su efecto aquí, en mi. ¿A caso hoy tendría fuerza para hablar con alguien más?
Suerte tengo para que la amilasa salival destroce todo eso que tengo en mi boca todos los días y me evite soltar tantas cosas que no son tan buenas muchas de las veces.

El desgarre de mi garganta, fue como una corriente de agua caliente pasando rápidamente por las tuberías de aquel lavadero. Un lavadero que no era capaz de soportar tal temperatura pero que si podía conducirla hacia otro lugar.
El calor que emanaba de ella era tan fuerte como para debilitar otro tipo de material, curiosamente me debilitaba a mi.

Así que decidí tomar un vaso de agua, debía refrescarme la mente, mis sentidos, debía darme nuevas sensaciones. Porque tengo presente que al final del día debo sentir para darme cuenta de que hoy hice algo, algo diferente. Mis manos, aún temblorosas por estar en contacto con mis brazos, sudaban a montones y se sentían tan sucias.

Así que decidí ir a lavarlas, solo así olvidaría lo que hice un día antes con ellas y pensaría en lo que haría hoy con su ayuda. Escalar muros, sostener miles de kilos con una sola mano y con la otra, impulsarme para seguir adelante.
Hoy no me levanté con ganas de hacer mucho, pero debo hacer tanto. Es por eso que con una me impulso y con la otra tomo valor…
Levantarme es sufrir, pero con una buena sensación.
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