Gianna
Me estaba muriendo de la pena. No me podía creer lo que me acababa de pasar. Por lo menos había sido sincero y no tendría que llevarme el chasco de que habría estado mintiéndome. Me senté en la barra del casino del hotel a pedir un trago fuerte. No necesitaba las cosas bonitas de nadie, necesitaba llorar o beber. Estaba frustrada. Si no hubiera dejado a Lando me hubiera evitado esto.
–¿Estás bien? –Max se me sentó al lado y puso una mano sobre la mía.
–Sí, no te preocupes.
–Conozco esa cara, Gianna. No intentes mentirme.
Bebí un trago y suspiré, para después contarle lo que había sucedido. Él bajó la mirada y suspiró.
–No entiendo por qué se hace líos él solo. Solo se complica la vida. Se estaba enamorando de ti y se ha negado a aceptarlo solo por sus malas pasadas.
–Lo sé. Y estoy tan dolida porque podría haberme dicho esto desde el principio y no habría acabo desarrollando sentimientos. Me hubiera quedado con Lando.
–Lo siento mucho, enana.
–No te preocupes.
–Sí lo hago, eres mi amiga.
Le sonreí.
–Se arreglará. El tiempo lo cura todo.
–Se arreglará si él deja de ser tan imbécil con sus tonterías.
–No te pongas a despotricar. Cómo te oiga se sentirá peor.
–No he despotricado, solo he dicho lo que es.
–Yo también lo pienso y no lo digo en voz alta. Venga, despejate. Vámonos a hacer algo divertido.
–Lando me dijo que estaría dispuesto a darlo todo por mi –dije levantándome del asiento.
Max se me quedó mirando y luego se pasó una mano por la cara.
–Tía... No. No caigas.
–No sé...
–... Mira. Haz lo que te salga de ese coño tan famoso que tienes que todos quieren probarlo. Pero no te arrepientas.
–Estoy hecha un lío, Max. Si me quedo con George, me hará daño por sus miedos, si me voy con Lando mal también.
–Pues no te vayas con ninguno y vete con Carlos.
–Ole tu polla.
–Hombre. Si el tío no cambia, cambia de tío.
–Pero Lando no me ha hecho nada.
–Haz lo que quieras. Pero no te arrepientas. Tampoco te pasará nada si te das un tiempo para ti y no te vas con nadie.
–Veré. Lando es una tentación muy grande, Max.
–Mi polla si que es una tentación grande.
Lando
Estaba oyendo aquella conversación y estaba con una sonrisa en la cara. Quitando el comentario de Max, claro. Había funcionado mi plan sin quererlo incluso, al final se habían separado por las mierdas de George. Esperaría hasta dentro de unas horas para hablarle. No quería presionarla. Y más cuando estaba sensible, no quería cagarla.
Gianna
–Pues a lo mejor, no lo sé –respondí riendo mirando a Max.
Max también rió.
–Tendrías que probarla... –apartó la mirada–, Kelly me mataría si me oye hablando así con otra tía que no sea ella –se pasó la mano por la cara riendo.
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Todo lo que odio de ti
Fanfiction¿Quien diría que tu polo opuesto podría ser el amor de tu vida? Gianna Siempre hablan sobre qué los polos opuestos se atraen, pero yo no creía en esa mierda la gran mayoría de las veces. Odio con toda mis alma a los pijos que se dedican a vestir de...