Gianna
Unos días después volví a ver a Lando por allí. Me di cuenta de que la atracción que sentía antes hacía él no se podía comparar con la de ahora. Era menos intensa. Seguía esperando que viniera a hablar conmigo, pero lo veía cobarde. Cosa que me decepcionó un poco. Me fui a Mercedes, ya que no lo veía con intenciones de hablar. George me recibió con una amplia sonrisa. Fui inmediatamente a sus brazos. Me abrazó con todas sus fuerzas. Solo éramos así cuando nadie nos veía, ya que queríamos mantener "lo nuestro" en secreto, haciendo como que todavía nos llevábamos mal. Iba a ser gracioso fingir.
–Te echaba de menos.
–Solo han pasado unos días.
–¿Y no te puedo echar de menos? –me cogió de las mejillas.
–Sí. Yo no digo nada.
Me besó en los labios y me dio un buen apretón en el culo. Odiaba que hiciera esas cosas en público porque me ponía nerviosa enseguida.
–Espero que sepas actuar bien y me sigas odiando.
–No es tarea difícil.
–Estúpida.
Le lancé un besito y cuando oí pasos acercarse nos separamos haciendo como si estuviéramos discutiendo.
–El día que tengas la decencia de saludar –le dije yo con el ceño fruncido.
–Que sí, pesada –hizo un aspaviento y se volvió a dejar caer en el sofá.
–Maleducado.
Rodó los ojos. Por dentro me moría de ternura. Porque sabía que me adoraba. De hecho siempre que no nos miraba nadie me dedicaba la sonrisa más amplia que tenía.
–¿Seguís con eso? –no miró mi tío.
–No sabe lo que es disculparse.
–No creo que ese sea el problema, cabezona.
–Lo que tu digas.
–Es un buen chico.
Y tanto que lo era.
–Sin más.
–No seas tonta con él.
–Que no me cae bien y punto.
–Bueno, allá tú.
George
–Cada día me cae peor –mentira, cuando Lando duerme viene a mi habitación.
–Pues yo pensaba que te gustaba.
–¿Ella? ¿Gustarme? –reí.
–Sí –asintió Carlos.
–Sueña. Te gustará a ti.
–Uf, sí.
Aguanta.
–No me lo esperaba de ti, Sainz.
–Es ironía...
–¿Intentabas colarmela?
–Pensaba que entenderías la ironía, hijo.
–Tienes la voz más monótona y seria que he visto en mi vida, Carlos. No sé cómo quieres que lo pille.
Se encogió de hombros. Nadie se había dado cuenta aun que en verdad estábamos liados. Aunque sin saber para donde iría esto, porque no éramos nada.
–¿Lando sigue picado conmigo? –lo miré.
–Parece que sí.
–No se callará nunca... Ni siquiera le habla a Gianna, ¿por qué narices iba a seguir con esto?
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Todo lo que odio de ti
Fanfic¿Quien diría que tu polo opuesto podría ser el amor de tu vida? Gianna Siempre hablan sobre qué los polos opuestos se atraen, pero yo no creía en esa mierda la gran mayoría de las veces. Odio con toda mis alma a los pijos que se dedican a vestir de...