Madison POV
-¿Cuánto daño hay? -preguntó jj mirando a Pope.
-Adiós, caja de fusibles. Sin carnada viva, los pescadores no van a venir, y se acaba la mitad de nuestro negocio.
La tormenta de la noche anterior había causado estragos en la tienda. Podríamos cubrir los daños, pero apenas.
-Esto es todo lo que queda del "Au"-
-¿Qué? -jj lo interrumpió.
-¿Qué es eso? -pregunté, frunciendo el ceño.
-¿Cómo dices que dijiste? -John B lo miraba, confundido.
-El oro.
-¿Por qué no solo dices oro?
-Hasta Madison, que es igual de lista que tú, no entendió -dijo Nathan, y yo asentí.
-Bueno, no importa, ¿sí? Esto son todos nuestros ahorros. Es imposible tocarlos, son para los impuestos. Así que... vamos a tener que ajustarnos.
-¿Cómo? -preguntó jj
-Nomás 600 dólares de combustible para pescar sábalos.
-Es mi trabajo. Perseguimos nuestro producto.
-Nada más 200 dólares en semilla de tomate nativo, ¿sí? -dijo Pope, mirándome de reojo.
-Ey, ¿y mis pimientos importados para la salsa jamaiquina?
-No podemos tenerlos.
-Necesito el combustible.
-No todo es dinero, debemos sobrevivir.
-¿Y si vendemos droga? -pregunté al aire, encogiéndome de hombros.
-¿Qué? -dijo Cleo, sorprendida.
-Sí, la cultivamos, pues hay que venderla.
-No, Madison.
-Solo digo -respondí.
-Escuchen, si queremos salvar esto, nos ajustamos hasta salir a flote de nuevo -finalizó Pope.
-Perfecto, vamos a morir -dije, resignada.
-¿Por qué Madison siempre piensa lo peor? -preguntó Cleo.
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Horas después, estábamos en la playa, en un evento anual de Kooks y Pogues. Era una carrera de motos en la arena, y jj y Nathan participarían.
-Tienes que ganar -le dije a jj, dándole un apretón en el brazo.
-Ganaré -respondió, seguro.
-Eso espero -dije, desviando la mirada hacia Topper, quien estaba en la línea de salida. jj siguió mi mirada, y yo solo rodé los ojos. Justo en ese momento, mi hermano llego junto con Nathan .
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𝙠𝙞𝙨𝙨 𝙈𝙚-𝐉𝐉 𝐌𝐀𝐘𝐁𝐀𝐍𝐊
FanfictionMadison Routledge melliza de nuestro querido John b.Ellos junto sus otros amigos pasarán un verano buscando un "tesoro" que es como a madi le gustaba llamarlo. »Todo puede cambiar en un segundo» Papá siempre solía decirlo pero jamás me había para...