Aquel viejo invitó a los Pogues a su propiedad para discutir una propuesta. Así que... aquí estamos, 18 meses después de encontrar El Dorado, camino a la isla Goat en busca de más dinero.
-¿Conocen a alguien que haya venido aquí? Porque yo no -comentó Kiara.
-Ni siquiera sabía que existía -dijo Madison, sentada con JJ mientras jugaba con los anillos del rubio.
-No.
-Ey, Sarah, tú debes conocer a alguien que ya haya venido, ¿no? Bueno, son kooks, se conocen, van a las mismas fiestas -le habló Pope, y Sarah le puso una mala cara.
-¿Me estás jodiendo? ¿Oíste los rumores, verdad?
-¿Qué rumores? -preguntó Nthan, confundido.
-Sobre la hija. Que se ahogó de bebé. Eso oí yo -dijo JJ.
-También lo oí, pero dijeron que lahabían poseído.
-Oí que es todo mentira porque… ¿qué? -recapituló Pope al escuchar a Kiara.
-Ok. ¿Por qué estamos viniendo? -preguntó Cleo.
-Necesitamos dinero -dijeron Pope y Sarah a la par.
-Este lugar existió durante 200 años y aún no tiene una sola carretera que no se inunde dos veces al día -comentó Pope.
-Puedes entrar, pero no salir.
-¿Cómo? Eh, lo siento, pero si sale un muñeco en un triciclo, no lo pienso dos veces y me voy de aquí -dijo Madison.-Apoyo a Madison -habló Nathan.
Al llegar a la orilla, un hombre los estaba esperando para aparcar.
-Buenas tardes -dijo JJ.
El señor los miró.-Bienvenidos a Blackstone.Pero fue una bienvenida extrañamente incómoda.
-Las malas vibras se sienten -le murmuró Madison a su hermano.
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Dentro de la propiedad
-Y... ¿qué estuvo cavando?
-Zanjas.
-¿Zanjas...?
-Al menos no tumbas -dijo Kiara.
-Es lo mismo.-¿Cómo?
-¿Por qué dijo eso?
-Me arrepiento, me quiero ir de aquí -le dijo Madison a JJ.
-Tranquila, estarás bien -él la tomó de la mano.
-Eh, ¿desde cuándo trabaja aquí? -le preguntó John B.
-Desde que tengo memoria.
-¿Fue antes de Cristo? -Madison no pudo evitar responder con sarcasmo.
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𝙠𝙞𝙨𝙨 𝙈𝙚-𝐉𝐉 𝐌𝐀𝐘𝐁𝐀𝐍𝐊
FanfictionMadison Routledge melliza de nuestro querido John b.Ellos junto sus otros amigos pasarán un verano buscando un "tesoro" que es como a madi le gustaba llamarlo. »Todo puede cambiar en un segundo» Papá siempre solía decirlo pero jamás me había para...