Reconciliación

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Madison:

La construcción para la tienda de pesca iba de maravilla; todos ayudábamos y cada quien buscaba cosas para ponerle. Pope, Cleo y Sarah conseguían los muebles, JJ se encargaba de su bote, mientras que Kiara, Nathan y John B se dedicaban a construir. Yo, por mi parte, estaba con mi huerto.

La fachada estaba perfecta, era como nuestra propia Poguelandia, y parecía que habíamos vuelto a la normalidad.

-¿Y atenderemos todos? -preguntó Nathan, vagando por la tienda.

-Sí... todos, excepto tú -respondimos mirándolo.

-¿Qué?

-Confundes los números. No podemos dejar que des cambio de más... o de menos.

-Ah.

-No es personal, bro.

-Sí, claro, nada personal -rodó los ojos.

-¡No te enojes! -le pedí.

-Na', mejor para mí -rió.

-Está un poco inclinado, pero está bien -dijo John B mientras Cleo ponía un letrero.

-Oh, vamos, no pueden leerlo así.

-Asi déjalo, que ladeen la cabeza si quieren leerlo -contestó Cleo.

-Se ve bien.

-Luce muy bien.

-¡Chicos! -gritó JJ-. ¡Lo logramos! ¡Negocio abierto, bebé! ¡Wow! Oh, por dios -decía emocionado-. ¡Se siente muy bien! ¡Miren esto! ¡Miren, miren! Es... oh, dios -comenzó a bailar y brincar de felicidad, mientras todos lo veíamos sonriendo, incluso yo.

-¿Y esa mirada? -mi hermano se me acercó.

-¿Qué mirada? -lo miré a él ahora.

-Esos ojitos brillosos -rió.

-Estás delirando, John B.

-Tú sabes que no. Los ojos no mienten, Madison.

-Déjame en paz -le di un golpe en el hombro.



.....



La semana pasó muy rápido. Sulli ya no estaba en los Outer Banks; había regresado a Barcelona para otro trabajo. Nathan quiso acompañarlo, pero él le dijo que no, y bueno, ahora Nathan vive con todos nosotros.

Y no habíamos tenido ni un solo cliente. ¿Saben lo que es eso? No hacíamos nada más que estar en la tienda por si llegaba alguien, y a veces nos poníamos a jugar lotería, pero si no apostábamos dinero, no era divertido, y como no teníamos, pues no jugábamos.

Si hablamos de nosotros, estamos bien, con salud, y bueno, JJ y yo volvimos a hablar, al igual que Kiara y Nathan. JJ y yo seguimos teniendo esa conexión que siempre tuvimos, aunque todavía no hemos hablado de volver a ser “nosotros”. O bueno, no lo habíamos hecho hasta esta tarde.

𝙠𝙞𝙨𝙨 𝙈𝙚-𝐉𝐉 𝐌𝐀𝐘𝐁𝐀𝐍𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora