TaeHyung estaba acomodando un nuevo pedido de flores que llegó aquella mañana. Habían pasado dos semanas y media desde la partida de Seokjin. Hubieron muchos mensajes de "Buenos días" "Buenas tardes" y "Buenas noches" con algunas charlas cortas y otras más largas.
La vida de Seokjin era más ocupada y ajetreada de lo que TaeHyung hubiese imaginado. Había hecho mucho luego de dejar la isla y él también avanzó mucho con sus cosas. La isla era tan tranquila como aburrida y Seokjin le aseguró más de una vez que estaba bien, pero TaeHyung dudo muchas veces de su palabra. Temía que el escritor siguiera con sus malestares y estuviera ocultandole información.
Pero él tenía que seguir avanzando y disfrutando de su segunda oportunidad, si bien la isla nunca fue el mayor entretenimiento, usualmente se divertía un poco más, pero el lugar había perdido su brillo peculiar y estaba seguro que se debía a la ausencia de un hombre de casi metro ochenta con la piel lechosa más suave y hermosa que había visto, con su cabello negro como la noche y sus labios rojos carmesí.
— Hola —la voz aniñada vino de la entrada.
TaeHyung frunció su ceño y miró en dirección a ella. Un niño con un equipo de futbol de Corea del Sur, estaba parado allí, sonriendo y saludando.
TaeHyung no recordaba que hubiera niños pequeños en la isla, pero a decir verdad, hubieron muchas cosas que TaeHyung perdió de vista en su estado comatoso y luego las descubrió al despertar. Era un poco morboso que la isla se volviera popular luego del grave incidente que sucedió con los de su clase. Pero el morbo de la gente no tenía fin y a los residentes de la isla le sirvió esta nueva fascinación por el lugar. Así que la gente no dejó de llegar.
Siempre fue pintoresco, finalmente estaba dando sus frutos que todo estuviera en buen estado para las visitas. También ayudó que un popular artículo sobre Seokjin, fuera publicado, dónde el escritor sin preámbulo ni secretos, mencionó la isla donde se terminó de inspirar para su último libro y el romance adolescente que sus lectores estaban esperando.
TaeHyung sonrió como un demente cuando Seokjin mencionó que encontró más que simples inspiración en la isla, no le preguntaron si fue romance, alguien especial o que había sucedido, pero él afirmó haber vuelto renovado y con más ganas. TaeHyung se sintió especial, luego se sintió un imbécil y luego el mismísimo Seokjin le dijo que se debió a él.
Ahora, mientras se acercaba a la entrada para ver al niño, este retrocedía con una sonrisa.
— Mi pelota se atoró entre los fierros oxidados del arrecife —dijo señalando la zona.
No estaba muy lejos de la florería, pero su padre no estaba por ningún lado para dejarlo a cargo.
— ¿No intentaste tomarla por tu cuenta, no? —cuestionó buscando la llave de la puerta principal para ayudar al niño.
— No señor, ese lugar es peligroso. ¡Mis padres me dijeron que no me acercara! —exclamó el niño.
TaeHyung sonrió mientras cerraba la puerta, solo sería un breve momento y la mañana estaba tranquila y soleada. El niño celebró y lo llevó hacia el lugar indicado y señaló cuesta abajo. TaeHyung suspiró ¿Que sus padres no le dijeron que no jugará de ese lado? Debían de ser nuevos o debían de estar vacacionando.
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INTERLUDE - Jintae (Finalizando)
FanfictionKim SeokJin, es un escritor muy popular por sus libros de géneros: fantasía y sobrenatural que, necesita una pausa del ajetreado Seúl y evitar una fecha complicada que se aproxima a su vida. Por lo cual decide tomarse unas vacaciones laborales para...