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A SeokJin nunca le gustaron los hospitales

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A SeokJin nunca le gustaron los hospitales.

Independientemente de la opinión popular que podrían tener sobre él con respecto a su don, no. No se trataba de las almas en pena que rondaban ese tipo de lugares. Honestamente, espíritus errantes y alma desahuciadas había por doquier. Y muchos de los vivos eran acompañados por muchas de ellas sin su consentimiento, ni conocimiento previo.

Estaba más arraigado al recuerdo de su madre.

La mujer fue la madre perfecta. La más amorosa que SeokJin pudo pedir. Ella cubrió cada vacío de figura paternal, fue totalmente flexible y agradable cuando sus medios hermanos quisieron conocerlo. Incluso la mujer había tenido una excelente relación con quién luego se convertiría en su madrastra. Otra mujer importante en la vida de SeokJin.

A diferencia de los cuentos de hadas, películas de terror o casos ajenos al suyo. La familia de su padre fue cálida y amorosa con él, excepto su hermano, quien jamás le dió a SeokJin el beneficio de la duda, pese a que su madre le afirmó y confirmó que su padre era una bestia, el chico jamás le creyó y terminó acabando con su vida debido al stigma que SeokJin y su padre dejaron sobre él.

Aún así y a pesar de la tristeza, sus hermanas y madrastra, jamás lo culparon por ello como su hermano habia expresado en su carta de despedida antes de quitarse la vida. Ellas fueron y eran en la actualidad un pilar en la vida del escritor. Y fueron de gran apoyo cuando la madre de SeokJin comenzó a perder la noción del tiempo, dónde estaba y quien era él.

El Alzheimer se llevó lo mejor de su madre, volviendola en una mujer casi desconocida para él. SeokJin tenía veinticinco años cuando su madre comenzó a ir en deterioro. La mujer resistió y luchó lo más que pudo hasta ver publicado el primer libro de su hijo y festejarlo con él. Su madre era la única que sabía de su don (o maldición, en ocasiones).

Ella había estado ahí para su niño en cada pesadilla que SeokJin tuvo despierto, sin entender claramente. Sin lograr comprender del todo, su madre jamás dudo de él y siempre intentó ayudarlo, y protegerlo a su modo. SeokJin no tenía reproche alguno con el recuerdo de ella. Pero cuando su memoria comenzó a fallar, la tomó más joven que el promedio, arruinandola a temprana edad. Hasta que no quedó casi nada de la mujer que quizo incluso cuidarlo de sus propias pesadillas.

"—Lo mejor sería internarla para darle un cuidado seguro y alivianar tu carga —mencionó su madrastra."

Incluso el medico de cabecera de su madre lo dijo y recomendó. Le tomó tiempo ceder, hasta que decidió que era lo mejor, sin embargo, no pudieron estar a tiempo cuando su madre cayó por las escaleras debido a que había intentado huir del lugar  en el que estaba, por ir en busca de SeokJin. Hacía mucho su memoria se había perdido, pero en ese pequeño lapso antes de la fatídica caída, ella quería ver a su hijo.

Cuando SeokJin supo lo sucedido, había vuelto de inmediato de una pequeña convención de escritores para verla en una cama de hospital, dormida y con feos hematomas en su hermoso rostro. Él se parecía mucho a ella, verla tan avejentada, demacrada y más encima herida, había sido el momento más horrible en la vida de SeokJin. O quizás el segundo más horrible, pero colocandose en el primer puesto.

INTERLUDE - Jintae (Finalizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora