Jisung no era de tener el sueño tan pesado, pero las dos horas y media que pudo prevalecer por sobre todo se vieron fácilmente irrumpidas por golpeteos en la puerta.
—Jisung, ugh.
Tanto su cuerpo como el de Minho arrimado a él pegaron un respingo del susto. Les pesaban los párpados entre el espesor del sueño y la imagen borrosa de Yuqi agitando su mano frente a sus caras.
—Jisung, despierta.
—No hay clases... —pudo modular.
—Sí, porque está lloviendo, pero con mamá acordamos en que te toca lavar la loza hoy y, con Soyeon, queremos desayunar —entornó los ojos al escuchar el gruñido de su hermano—. Apúrate. Minho, tú también lavarás la loza con él.
Minho solo se escondió más bajo los cobertores.
—Me vuelvo a la cama y, cuando vuelva, quiero todo limpio para desayunar.
—Mmmm...
No soportó mucho la flojedad de su hermano, así que le prendió la luz con perversidad y abandonó la pieza, con lamentos de tortura de fondo.
Hace un mes atrás, Emilia se había quejado de lo cansador que era lavar la loza después de su jornada laboral en la farmacia. Con tedio dictó la nueva regla de casa, que envolvía a todos los que vivían bajo su techo: cada uno de los integrantes se turnaría a lavar la loza una semana.
Jisung se sintió culpable de acarrear a Minho consigo. Tal vez, Yuqi ya asumió a Minho como parte de la familia, así que le tocaría cumplir.
Con un suspiro despedido, Jisung recibió la calidez del abrazo de Minho a su espalda. Su cuerpo estaba igual de cálido que el suyo, mas no espabilado por completo.
—¿Min? —cercioró, moviendo su brazo— Ey, Min.
Era una lástima no completar una hora más de sueño reparador, pero Jisung se veía en la obligación de despertar al rubio.
Girando su cuerpo, quedó frente al rostro acalorado de Minho. Seguía durmiendo, ocupando gran espacio en su cama con su manera de dormir. Aun así, arrinconaba a Jisung para obtener más contacto.
—Min —con cuidado apartó los mechones largos que le enmascaraban. Entonces sus pestañas eran largas, las mejillas hinchadas y rojas, su cabello revuelto y Minho era bonito al despertar. Minho era bonito—. Ey, Minho.
Pinchando su entrecejo, Minho arrugó la cara con fastidio. Pero, a los segundos de ver al castaño, el cambio en sus arrugas hastiadas fue fugaz, y sus ojos brillaron.
—Jisung...
—Ey —le acarició la mejilla, aguantando una risa burlesca—, hola.
—Hola...
—Nos mandaron a lavar la loza pero, ¿quieres desayunar antes?
Minho parpadea. Vuelve a arrugarse como al dormir.
—Pero tengo frío...
—Ven, vistámonos-
—No —pudo anclar sus dedos al brazo de Jisung, antes que él pudiera poner pie fuera de la cama—, quédate conmigo. Abrázame.
—No sabía que eras tan exigente en las mañanas.
—¿No te gusta?
El tono fue tres volúmenes más bajo, pero Jisung pudo escucharlo. Era una de las particularidades que solo Minho exhibía con él y ablandaba su corazón. Quería ser escuchado solo por él, y eso también le generaba un hormigueo en las entrañas, le cosquilleaban los dedos de los pies. Le crecían más pelos en la cabeza cuando se nutría de los detalles que solo compartían entre ellos. Le daba algo de rubor pensar en esas cosas, pero nada más ocurría en su cabeza cuando Minho lo acercaba entre sus brazos.
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F.U.C.K • minsung
Fanfic「F.U.C.K = friend u can keep」 (referencia a la canción de Victoria Monét con el mismo título) ❝ Vivir es morir. ❞ A finales de los 80's, Lee Minho se une a un grupo de amigos en su nueva escuela. Al año siguiente llega el integrante faltante: Han Ji...