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¿De verdad pensar que el Asilo Arkham puede albergar prisioneros? Eso es una locura.


Pero según Bruce, la última fuga del Joker fue asistida por alguien inesperado: nada menos que la Dra. Harleen Quinzel.


Originalmente, ella era la psiquiatra asignada al Joker, pero durante sus sesiones, no era ella quien lo trataba, era el loco quien le retorcía la mente.


Después de todo, el Joker no es solo un lunático; es un criminal con un coeficiente intelectual extraordinariamente alto. Cualquiera que subestime su inteligencia está destinado a sufrir.


Los planes del Joker tienen un historial de consecuencias catastróficas. Un buen ejemplo: la historia de Injustice comenzó porque el Joker, aburrido de Batman, puso sus miras en Superman.


Su plan tuvo éxito. Usando una mezcla de toxinas del miedo y juegos mentales, engañó a Superman para que matara a su esposa embarazada, Lois Lane, y detonara inadvertidamente una bomba nuclear en Metrópolis.


Cuando Superman recuperó el sentido, ejecutó al Joker en un ataque de ira, abriéndole un agujero en el pecho.


Pero ese acto marcó un punto de inflexión. Señaló el amanecer de un nuevo Superman, uno dispuesto a gobernar el mundo a través del miedo y la fuerza.


En cuanto a Kara, tenía sus razones para no matar al Joker la primera vez que se cruzaron.


Cuando le preguntaron por qué lo dejó vivir, Kara solo se rió maniáticamente y se negó a dar más detalles. Pero en el fondo, la respuesta parecía trágica, casi triste.


La Dra. Harleen Quinzel, después de haber ayudado a escapar al Joker, no pudo regresar a su antigua vida. Despojada de su licencia médica y casi encarcelada, abrazó por completo su descenso a la locura.


Ahora, llamándose Harley Quinn, se convirtió en la cómplice devota del Joker y compañera en el caos, hundiendo a Gotham en un infierno más profundo.


Jennifer Walters se acercó a Kara en busca de ayuda.


—Kara, necesitamos tu ayuda —dijo Jennifer con seriedad.


Pero Kara negó con la cabeza inmediatamente. —No. No va a pasar. Ni siquiera intentes ponerme cara de cachorrito, Jane. Bruce y yo no estamos de acuerdo en esto. La próxima vez que me encuentre con el Joker, será él o yo. Si no lo mato, bien podría convertirme en el próximo Joker. Y créeme, no quieres tres Jokers en Gotham.


No estaba bromeando. La idea de tres Jokers era aterradora: uno era el maníaco original, el segundo su loca amante Harley Quinn, y el tercero podría ser la propia Kara.


Pero si Kara alguna vez se convertía en un Joker, no se uniría al original. Su primer acto sería asaltar el Asilo Arkham y ejecutar a todos los criminales que se encontraban dentro.


Gotham no vería el amanecer, vería el sol brillando en lo alto del cielo mientras Kara eliminaba hasta la última amenaza.

DC: Comienza como Superman femenina/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora