DEPRAVITY!!!

capitulo dos.

El aire se agarrotó en mis pulmones.

Como habían pintado la mitad de las ventanas  y la otra mitad estaban oxidadas, no había realmente otra forma de salir del
apartamento. Podía gritar, pero dudaba que incluso mi vecina de al lado, la vieja señora Hae, me oyera. Lo único bueno del edificio de ladrillos en ruinas en el que estaba mi apartamento eran sus paredes muy gruesas. Bueno, normalmente era algo bueno para cuando querías poner tu música a todo volumen o hacer una fiesta.
Cuando estabas siendo amenazado por un posible criminal homicida,italiano no tanto.

¡Mi teléfono!
Mi teléfono estaba en mi bolso sobre el sofá.
Manteniendo mi mirada fija en él, di unos pasos hacia atrás. El sofá estaba en mi visión periférica. Necesitaba llegar al otro extremo hasta mi bolso rosa y negro con calaveras de Hello Kitty.

El hombre observó mi apartamento con una mezcla de asco y sorpresa en su rostro. Mientras dirigía su atención a las cerraduras de la puerta detrás de él, hice mi movimiento.

Me abalancé sobre el respaldo del sofá y estiré los brazos para coger mi bolso. Mi mano se deslizó dentro y agarró el borde redondeado de mi teléfono móvil. Arrastrándolo fuera del bolso, pasé el dedo por la pantalla y me dispuse a pulsar el botón de emergencia en la esquina inferior izquierda cuando un par de manos cálidas me rodearon las caderas.

Sus piernas se apretaron contra las mías, haciéndome dolorosamente consciente de la corta
longitud de mi bata.

Conmigo inclinado así,hacia adelante  apenas me cubría el culo . Todo su cuerpo se
inclinó sobre el mío mientras su mano derecha se deslizaba por mi brazo extendido y tiró del
teléfono que tenía agarrado. Me aferré a él con fuerza, como si fuera mi único salvavidas. Su
otra mano me apretó la cadera, una advertencia inequívoca.

Su aliento me acarició la piel del cuello mientras respiraba cerca de mi oído:

—Tú no necesitarás esto. —

Con su acento, el sonaba como un ronroneo bajo,  el 
sonaba más bien como el temible villano.

En lugar de poner la inflexión al final de la frase,
la puso en el medio, lo que acentuaba extrañamente la fuerza de su orden.

Jaló el teléfono y lo lanzó fuera de mi alcance. Como no estaba dispuesta a rendirme tan
fácilmente, empecé a gritar:

—¡Eh! ¡Siri! Llama a la policía.

Sonó “Don't Stand So Close to Me” de The Police. Genial ..Oye, Siri, por favor reproduce mi lista de canciones perfectas para ser asesinado..

Cambiando mis caderas, puse mi peso en mi pie izquierdo y traté de liberarme de su agarre. Un poderoso brazo que me rodeaba la cintura me hizo girar y me empujó contra su cuerpo

. Mi cabeza se inclinó hacia atrás para mirar su rostro inflexible. Atrapado entre él y el respaldo del sofá, mis caderas chocaron contra las suyas. Algo duro y largo, realmente largo,y grueso 
presionó contra mi abdomen.
Oh. Dios. Mio.

El apuesto criminal enarcó una ceja, la esquina derecha de su labio superior con una sonrisa
de satisfacción. Tuvo la audacia de no mostrar el más mínimo disgusto. Mientras tanto, mis
mejillas se pusieron rojas. Agarrando el escote abierto de mi bata, apreté la tela cerca de la
clavícula con el puño mientras bajaba la cabeza para evitar su arrogante escrutinio.
Levantando mi barbilla con un dedo, preguntó:

—¿Es este el apartamento de Kim seojin?

Una vez más, su acento italiano era tan marcado que tuve que concentrarme en las palabras,
ya que hizo rodar las erres y el nombre de mi compañero de cuarto y mejor amigo,