DEPRAVITY!!!

capitulo quince

-Abre la boca.

Cuando mis labios se abrieron, apretó el asa, enviando un remolino de dulce y esponjosa
crema batida a mi lengua. Empecé a cerrar la boca, pero me detuvo.

-No, deja la boca abierta. Quiero ver cómo se derrite la crema en tu lengua mientras te follo

Se bajó la cremallera de los jeans y sacó la polla. Una vez más, sentí un escalofrío por su Tamaño y grosor. Apretando su longitud, se adelantó para colocarse cerca de mi entrada.
Me tragué la crema batida y le puse las manos en los hombros.

-Espera. Un condón.

Sus ojos se entrecerraron.

-No tengo ninguno. Los dejé en tu casa.

Recordé el pequeño montón que había arrojado sobre mi cama, obviamente planeando
para más tarde esta noche.

Sacudí la cabeza.

-No puedes.

Se inclinó para besar el costado de mi cuello antes de susurrarme al oído:

-No es una opción, cariño. No te preocupes, estoy limpio y sé que tú también lo estás....

Me eché hacia atrás. Era cierto, pero ¿cómo lo iba a saber él?

Ante mi mirada interrogante, sonrió.

-El dinero compra muchas cosas.
Al parecer, el acceso a los registros de mi centro médico universitario era una de ellas.

-Pero...

Levantó el bote y roció más crema batida en mi boca, impidiendo más objeciones. Al mismo Tiempo , me agarró la cadera con la mano libre y se introdujo profundamente, hasta la base de
su polla.

Mis ojos se abrieron de par en par. Oh, Dios.

Empujó mientras yo me aferraba a sus hombros.

-Mantén la boca abierta, bebe Quiero ver la crema en tu lengua.

La dulce crema goteaba por la parte posterior de mi garganta mientras él empujaba más y
más fuerte, moviendo mis caderas hacia adelante y hacia atrás. Mi cuerpo se estiró para
aceptarlo. Nunca me había sentido tan lleno o abrumado en mi vida.
Me roció más crema batida en la boca y luego se inclinó para lamerme una pequeña porción
de la comisura de los labios.
Sus caderas se movieron más rápido, penetrándome con fuerza. Se me apretó el estómago
y mis piernas se apretaron alrededor de su cuerpo. Echando la cabeza hacia atrás, arañé sus
hombros desnudos mientras me corría por segunda vez aquella noche. Me rodeó La cintura con las manos y me puso de rodillas.

-Mantén esa boca abierta -me ordenó.

Acarició varias veces su duro eje antes que gruesos chorros de semen golpearan mi lengua,
mezclándose con la crema derretida. Dejé que se deslizara por mi garganta antes de lamerme
los labios.

Jungkook gimió mientras me levantaba.

-Jesucristo, vas a ser mi muerte.

Ambos miramos el cuchillo en el suelo a unos metros de distancia. Cogiéndome por la barbilla, me devolvió la cara hacia él. Me guiñó un ojo mientras me colocaba la bragas y el pantalón en su sitio y la camisa ..

Luego cogió su camisa y la abotonó mientras yo me alisaba el cabello , agradecido por sentir que
mi teléfono seguía alojado en el bolsillo profundo. Podría haber caído y haberse estrellado
contra el suelo, por todo lo que habría notado.

-¿Dónde está el resto de tus cosas?

Sin confiar en mí mismo para hablar todavía, asentí hacia la parte delantera de la tienda.
Salimos de la cocina y lo llevé a la esquina donde había estado sentado. Recogí mi bolso con
forma de cereza y recuperé el libro que había estado leyendo de donde lo había colocado en la
estantería.