DEPRAVITY!!!

ULTIMO MARATON

JUNGKOOK D'ANGELO ;

EN EL MOMENTO EN QUE LA PUERTA DEL ASCENSOR SE ABRIÓ, jimin ya estaba en medio de la
bronca.

-Insufrible, bruto, terco, obstinado, cabeza de mula, arrogante, prepotente...

La forma en que enumeraba esas características me hizo pensar que era una letanía que
practicaba cuando se refería a mí. Me encogí de hombros. Al menos había causado una buena
impresión.

Me había deshecho del esmoquin por un par de jeans sueltos. Jimin seguía con su traje. Probablemente porque toda su ropa y sus pertenencias estaban aquí.
Incliné la cabeza mientras lo observaba de pies a cabeza. Dios,

lo había echado de menos.
Estos dos últimos meses habían sido una tortura, observándolo desde lejos, pero sin permitirme
hablar con el ni tocarlo. El necesitaba espacio, y yo necesitaba tiempo para resolver ciertos
asuntos de mi pasado. Nunca más se le faltaría el respeto a jimin haciendo que otra mujer se
acercara a mí. También sabía que tanto el como seojin necesitarían tiempo para procesar sus
nuevas realidades. Les gustara o no, sus vidas cambiarían a través de sus relaciones con
nosotros. Había reglas estrictas para su seguridad que debían seguirse.seojin había
experimentado de primera mano los peligros de amar a Namjoon en Marruecos.

Yo haría todo lo posible para que jimin no aprendiera nunca esa misma lección.
Todo excepto renunciar a el
Estos dos últimos meses no fueron solo para jimin sino también para mí. No solo había
tirado mi proverbial librito negro. Lo había hecho pedazos y le había prendido fuego. Mi
pasado y cualquier otra mujer que hubiera en él habían sido enterrados. También había hecho
todo lo posible para poner salvaguardas y topes entre mi vida personal y los peligros de mi
negocio.
Podía ser un bastardo egoísta, pero no tenía el corazón frío. Sabía el caos y la agitación que
traería a la vida de jimin. No sería justo hacer eso y simplemente marcharme después de
haberme saciado. Era prácticamente un hermano de la ahora esposo de mi mejor amigo. Se merecía algo mejor. Así que tenía que asegurarme que estaba en esto a largo plazo. Después de
dos meses separados, estaba seguro. No había nadie en este mundo que quisiera en mi cama y
en mi vida más que a jimin

Sonreí.

-Hola, hermoso.

Jimin tiró su bolso sobre la mesa del pasillo y puso los puños en las caderas.

-¡No te atrevas a decirme hola hermoso a mi! Has irrumpido en mi apartamento.

Ambos nos habíamos comportado de la mejor manera posible durante la boda de Namjoon
y seojin pero se sentía bien volver a nuestra verdadera naturaleza como pareja. Del tipo que
le gustaba pelear y luego follar.

-Tenía una llave y el código de seguridad.

-Robaste todas mis cosas.

-No es cierto, simplemente me encargué de trasladarlas. Está todo aquí, presente y contabilizado.

Cruzó los brazos sobre el pecho,
Sus ojos brillaron. Con esta luz parecían aún más morados que de costumbre. Mierda, era
precioso, sobre todo cuando estaba muy enfadado conmigo. Tendría que hacerlo enfadar más
a menudo, lo cual, a juzgar por nuestra relación hasta ahora, no debería ser un problema.

Jimin empujó su barbilla hacia fuera.

-No me voy a mudar contigo.

-Técnicamente, ya lo has hecho.

Levantó los brazos en el aire y se paseó.

-¿Tienes idea de la locura que es esto? Has movido mis cosas sin mi permiso. ¿Quién hace algo así?