DEPRAVITY!!!

capitulo treinta y ocho

JUNGKOOK D'ANGELO:

HABÍAMOS CONSEGUIDO RESCATAR A YELENA

de la banda de los ROMANO'S Su líder,, la había secuestrado y había pagado el precio más alto. Damien ya estaba de
regreso a bussan . con ella.

Nuestro plan había sido dejar que las cosas se calmaran y aprender más sobre ROMANO'S
antes de borrarlos del planeta por atreverse a jodernos. Eran una banda bien armada y con
contactos. Habría que elaborar una estrategia cuidadosa para arruinarlos sin iniciar una guerra
con cualquiera de sus otras bandas afiliadas. También necesitábamos saber qué conexiones
políticas tenían y a quién tendríamos que sobornar o chantajear para que hiciera la vista gorda.

Namjoon y yo no nos ganamos la reputación de despiadados a sangre fría por atacar en el calor de la ira. Preferíamos los ataques calculados y dirigidos a un enfoque descuidado de tierra
quemada.

Por supuesto, eso fue antes que nos enteráramos del ataque a la casa de seguridad.

Ese fue el momento en que todo cambió.
Conduje como si los sabuesos del infierno me pisaran los talones, sin importarme los
semáforos ni los demás autos de la carretera. Una flota entera de autos de policía podría haber
estado a mi paso y no habría levantado el pie del acelerador.

Entramos en una escena de
absoluta carnicería. Cinco guardias muertos en el suelo. Había sangre por todas partes y tanto seojin como jimin habían desaparecido. Namjoon y yo nos quedamos de pie en el centro de la habitación, absorbiendo la rabia y el dolor del otro.

El crujido de los cristales rotos bajo un pie nos hizo girar a los dos, con las armas
desenfundadas.

Seojin estaba en la puerta, temblando y pálido.

Namjoon  lo abrazó, cayendo de rodillas entre los escombros, abrumado por el alivio. Mi
mirada se fijó en la puerta, deseando que jimin  cruzara el umbral. Me abalancé sobre la puerta y salí, buscándolo.

No había ni rastro de el
Me volví y miré a seojin .
Sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Lo siento mucho, jungkook. Se lo han llevado.

Todo mi mundo se rompió en un millón de pedazos empapados de sangre.

No escuché nada después de eso: un aullido bestial de rabia llenó mis oídos, bloqueando
todo sonido y razón.
NO pasó mucho tiempo después que apareciera seojin cuando recibí un texto seguro y
codificado con nada más que una dirección.

Le mostré mi teléfono a namjoon. Manteniendo un
brazo alrededor de seojin, sacó su propio teléfono y buscó la ubicación.
Levantó su teléfono para que lo viera.

—Es un restaurante abandonado.

Antes que pudiera responder, llegó un segundo mensaje de texto. La bilis me subió al
fondo de la garganta. Agarré el teléfono con tanta fuerza que oí cómo crujía la pantalla. Namjoon me  puso una mano tranquilizadora en el hombro mientras arrancaba el teléfono de mis manos.

Miró la pantalla y maldijo. Antes que pudiera protegerlo. Seojin también miró la pantalla y
gritó. Se habría derrumbado si

Namjoon  no lo hubiera atrapado.
En el teléfono había una foto de jimin . Tenía un ojo morado y lagrimas  corriendo por las
mejillas. Su cabello blanquisco y brillante estaba envuelto en el puño de un hombre que sabíamos que se llamaba Alejandro mientras le echaba la cabeza hacia atrás en un ángulo incómodo.

Llegó otro mensaje.:

—"Era l'ora di una riunione, tra trenta minuti. Un testo finale è  Solo o muori.)