enero 5

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Mí alarma sonó, si, yo tengo un trabajo que no puedo dejar tanto tiempo.
Nico no estaba en la cama. Me puse una de sus remeras, me acerque al gimnasio y lo vi haciendo cardio en la cinta, sin remera, con un short de joggin y zapatillas, estaba de costado

"Huele a hombre.. a hombre tatuado y sudado"

Yo: bien día para mis ojos que ven este monumento -me acerque a dónde estaba y cachetee su nalga-

Nico: -rió y freno la cinta, se bajó y me agarró por la cintura- buen día mí amor -me beso con lujuria, ya vi su pantalón y dormido no está, me reí por mí pensamiento- que te pasa loca?

Yo: nada -acaricie su mejilla- hace falta que hagas ejercicio asi? Ponete una camperita bebé

Nico: decís que me voy a resfriar? -levanto sus brazos haciendo notar sus músculos de los brazos-

Yo: No! -dije bajando sus brazos al instante- mejor me voy a bañar -le di un piquito y camine a la puerta-

Nico: espérame -me di vuelta a mirarlo y el sonrió , le sonreí pícaramente y me saque la remera que tenía frente a el, solo tenía una tanga mínima- corre -dijo viendo mis tetas-

Carcajee y tire la remera, camine hasta el baño y me metí al agua caliente, atrás de mí entro Nico, era inevitable mirarlo.

Yo: tengo que ir a trabajar sabes? -me reí y el atrapó mí boca en un beso necesitado, no espero nada para alzarme y posicionarse en mí entrada apoyando mí espalda en los azulejos-

Nico: ahora no me vengas con eso si antes me mostras las tetas como si nada -hablo entre besos y se hundió en mí haciéndome gemir fuerte- grita mí amor, me encanta hacerte gritar

Yo: cállate -puse mí mano en su boca y el palmeó una de mis nalgas dejándola ardida- la conc.. -me beso antes de putearlo-

Nico: vos no te vas a ir -me agarró de la nuca y empezó a penetrarme bruscamente-

Yo: tengo que trabajar bebé -mire sus ojos y el sonrió- llévame, voy un rato y volvemos -un remolino se formó en mí vientre bajo y cerré los ojos-

Nico: ya? -asenti- querés más?

Yo: si amor , dame más -sus movimientos fueron más rápidos y sus manos apretaron mis nalgas-

Nico: termina para mi gorda, dale -su respiración irregular casi no lo dejaba hablar.-

Mis gemidos salieron más insistentes, no era a propósito pero realmente me sentía una prostituta gimiendo de esta manera, y parecía que a él le encantaba. Llegué a mí clímax y el también.
Espero unos segundos a calmarnos y después me bajó.

Yo: vas a ir conmigo? -lo abrace-

Nico: si amor , vamos -dejo un beso en mí frente

Nos bañamos y cada uno se dedicó a vestirse. Eran las 9am cuando los dos estábamos listos.

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El destino | NICOLAS OTAMENDI .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora