Capítulo 29: Las Huellas del Tiempo

1 0 0
                                    

Minseo en la cúspide de su carrera

Con el éxito de su exposición en Seúl y su participación en el proyecto internacional, Minseo comenzó a ganar reconocimiento en toda Asia. Su agenda estaba llena de entrevistas, eventos y reuniones, y las oportunidades para expandir su carrera no dejaban de crecer. Sin embargo, su dedicación al trabajo también trajo nuevos desafíos. Las largas horas y el compromiso constante con sus proyectos hicieron que sus conversaciones con Jihun fueran cada vez menos frecuentes, y aunque seguían compartiendo detalles de sus vidas, ambos comenzaban a sentir la distancia emocional que se añadía a la física.

A veces, después de un día agotador, Minseo se sentaba en su estudio y repasaba las fotografías de su viaje a Grecia, recordando esos días en que todo parecía claro y sin complicaciones. Se preguntaba si algún día podría combinar su éxito profesional con una vida compartida junto a Jihun. Pero el arte seguía siendo su pasión y, en ese momento, su carrera le exigía su máxima atención.

Jihun y la tentación de una vida más sencilla

En Londres, Jihun también experimentaba sus propios dilemas. Su promoción en la empresa le había traído estabilidad y respeto profesional, pero el ritmo frenético de la vida corporativa en la capital británica lo hacía cuestionarse cada vez más sus prioridades. Se dio cuenta de que, aunque disfrutaba de su trabajo, algo en su interior le hacía añorar una vida más sencilla, una vida donde pudiera compartir sus días y noches con Minseo sin las barreras de la distancia y el tiempo.

En una tarde lluviosa, mientras caminaba por las calles de Londres, Jihun pensó en lo que realmente quería. Para él, estar con Minseo significaba más que solo una relación amorosa; representaba un refugio, una vida llena de significado y comprensión. Pero mientras ella se sumergía cada vez más en su carrera, él se preguntaba si su deseo de una vida juntos aún coincidía con los sueños de Minseo.

La oportunidad de un reencuentro

Unos meses después, surgió una oportunidad inesperada: el proyecto internacional de Minseo tenía programada una exposición en Londres. La noticia emocionó a ambos, ya que significaba un reencuentro en la ciudad que había sido el último hogar de Jihun. Comenzaron a planear los detalles, ansiosos por pasar tiempo juntos y reconectar, aunque sabían que sus agendas no les permitirían tener la misma libertad que en Grecia.

Cuando finalmente llegó el momento, Jihun recibió a Minseo en el aeropuerto, y ambos sintieron el alivio de poder abrazarse sin una pantalla de por medio. Durante los días siguientes, Minseo estuvo ocupada en la preparación de la exposición, pero Jihun se esforzó en acompañarla siempre que podía, llevándola a descubrir rincones de Londres que se habían vuelto significativos para él.

El día de la inauguración

El día de la inauguración, la galería estaba llena de visitantes y periodistas. Las obras de Minseo fueron elogiadas por su profundidad y su habilidad para expresar emociones complejas, y tanto críticos como colegas la felicitaron por el impresionante avance de su carrera. En medio de la multitud, Minseo buscó la mirada de Jihun, quien la observaba con orgullo desde un rincón de la sala.

Después del evento, Minseo y Jihun decidieron alejarse de la muchedumbre y caminar por el río Támesis. Se sentaron en un banco, observando el reflejo de las luces de la ciudad en el agua, y, en medio del silencio, surgió la conversación que ambos habían evitado hasta ese momento.

El momento de sinceridad

-Jihun, he sentido que algo ha cambiado entre nosotros -admitió Minseo, con la mirada fija en el horizonte-. No sé si es el tiempo, la distancia, o simplemente nuestras vidas que han tomado caminos diferentes.

Jihun respiró hondo y, con la sinceridad que siempre los había caracterizado, respondió:

-Minseo, creo que los dos estamos en un punto donde debemos preguntarnos qué queremos realmente. Te amo, y he estado dispuesto a esperar, a sacrificar tiempo y oportunidades, pero cada vez siento más que nuestra vida juntos se ve más como una ilusión que como algo concreto.

Sus palabras resonaron en el corazón de Minseo, quien comprendió que el amor no siempre era suficiente para sostener una relación en medio de tanto caos y aspiraciones individuales. Aunque dolía admitirlo, ambos sabían que estaban en momentos cruciales de sus vidas y que debían tomar decisiones que respetaran sus sueños personales.

Una despedida sin final

Esa noche, se despidieron con la promesa de seguir en contacto, pero también con la libertad de elegir el camino que los hiciera felices, sin la presión de mantener una relación a costa de sus propias aspiraciones. No era un adiós definitivo, pero sí una pausa para permitirse a ambos crecer sin restricciones.

A partir de ese momento, Minseo y Jihun se mantuvieron unidos a la distancia, compartiendo sus éxitos y apoyándose mutuamente, aunque conscientes de que su relación había cambiado. Ambos sabían que, aunque sus caminos podían volver a cruzarse, debían vivir cada momento sin arrepentimientos, confiando en que el destino sabría guiarlos de regreso si así debía ser.

entre café y destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora