B: Traslado a la Ciudad - Paso 3

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Ahora que tienes un techo sobre tu cabeza (aunque sea una choza con más agujeros que una red de pesca) y ya te has dado el lujo de pasear cerca del palacio del gobernador, admirando sus jardines y lamentándote de no tener ni para un seto, es momento de dar el siguiente paso: ¡explorar el mercado!

El mercado es el alma de cualquier ciudad. Aquí encontrarás no solo bienes esenciales y caprichos extravagantes, sino también personajes tan variados como los artículos que venden. Es un lugar donde puedes encontrar desde pan recién horneado hasta supuestas reliquias mágicas que, con un poco de suerte, no exploten al tocarlas. ¿Qué no tienes mucho dinero? No te preocupes; aquí el regateo es ley, y con algo de carisma (o descaro), podrías convencer al frutero de que te venda una manzana por la mitad de su precio.

Explorar el mercado no solo te permitirá abastecerte, sino también conocer a los habitantes más interesantes de la ciudad, descubrir rumores jugosos y quizás incluso obtener pistas sobre cómo acercarte más al círculo de poder del gobernador. Pero ten cuidado: si te despistas, podrías terminar pagando de más por una espada oxidada o perdiendo tu bolsa de monedas por cortesía de un joven ratero con manos más rápidas que el viento.

Así que ajusta tu cinturón, prepara tus mejores frases para regatear y métete de lleno en este bullicioso caos donde la vida urbana cobra todo su esplendor. ¡El mercado te espera!


El Frutero Fanfarrón

Este tipo te intentará convencer de que sus manzanas son las mejores de todo el reino, e incluso las acariciará como si fueran cachorros para demostrar su punto. Siempre tiene una anécdota sobre cómo peleó con dragones para conseguir esas naranjas "exóticas" o cómo sus peras fueron bendecidas por una druida. ¿Son más caras? Sí. ¿Son mejores? Probablemente no, pero su espectáculo es gratis.


El Verdulero y su Tragedia de los Repollos

No importa cuántas veces visites el mercado, siempre encontrarás al pobre vendedor de verduras lidiando con un problema recurrente: sus repollos. Este hombre tiene el extraño don de atraer accidentes. Si no es un caballo desbocado que embiste su carrito, es una rueda rota, un ladrón torpe que tropieza con su mercancía o, en casos extremos, un hechizo mal lanzado.


La Herbolaria Sospechosamente Encantadora

En un rincón oscuro del mercado encontrarás a esta mujer con una sonrisa que parece saber algo que tú no. Vende pociones de todos los colores, amuletos "protectores" y ungüentos que aseguran que curan desde el mal de amores hasta los pies planos. ¿Necesitas un elixir del amor? Ella lo tiene, aunque, si le preguntas, te advertirá que "el amor siempre tiene un precio". No preguntes cuál.


El Carnicero Gruñón

Es el hombre más corpulento del mercado, con brazos como troncos y una voz que hace eco. Su habilidad para cortar una res en tiempo récord es fascinante y un poco aterradora. También tiene el sentido del humor de una piedra, pero si le compras algo, podría ofrecerte consejos de vida inesperadamente útiles, como cómo ahuyentar ogros con salchichas.


La Vendedora de Telas Coqueta

Siempre está rodeada de clientes, y no solo por sus sedas de calidad, sino también porque sabe cómo mantener una conversación amena y algo provocativa. Si necesitas un abrigo resistente o simplemente quieres pasar un rato divertido, este es tu puesto. "¿Buscas algo para impresionar? Aquí tengo una capa que hará que cualquier guerrero caiga rendido a tus pies. Literalmente, porque resbala un poco."


El Mercader de Bagatelas y Misterios

Es el que tiene el puesto más desordenado, lleno de artilugios que no sabías que necesitabas hasta que los ves. Desde relojes rotos hasta mapas que probablemente estén equivocados, siempre tiene algo interesante. ¿Es un farsante? Tal vez, pero también puede ser el único que tenga ese cachivache crucial que salvará tu vida en una misión futura.


La Panadera con Manos Mágicas

Los bollos calientes y los panes recién horneados de esta mujer son irresistibles. Tiene una sonrisa amable y siempre parece saber qué necesitas antes de que tú lo hagas. Si te ganas su favor, puede que termine regalándote un par de pasteles extra. Solo no la confundas con una abuela tierna: su rodillo es tan mortal como una espada bien afilada.


El Ratero Adolescente

Un mercado no sería un mercado sin un muchacho flacucho intentando aliviarte de tus monedas. Tiene la sonrisa de un ángel y las manos de un demonio. Si lo atrapas, probablemente inventará una historia trágica sobre cómo está robando para alimentar a sus 17 hermanos. ¿Es mentira? Quizás, pero si eres listo, podrías convertirlo en tu espía personal en el mercado.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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