Guía de Supervivencia para Invocados

A: Construye tu propio Imperio - Paso 2

Paso 2: Construir una posada

¡Bien, aventurero intrépido y visionario constructor de imperios! Has encontrado el lugar perfecto: quizás un cruce de caminos, una orilla serena, o incluso un manantial burbujeante de aguas mágicas. Ya tienes el terreno y un paisaje envidiable. ¿Qué falta ahora? Pues nada menos que el toque de vida: atraer visitantes y asegurar que no haya rincón del reino que no oiga hablar de tu ciudad. Porque una ciudad no es nada sin el bullicio de viajeros, comerciantes y aventureros que llegan buscando fama, descanso... o simplemente un vaso de tu mejor hidromiel.

¿Qué mejor manera de atraer a aventureros, comerciantes y curiosos de todas las razas que construyendo una posada con taberna? Imagina un lugar acogedor, con luces cálidas, el aroma de carne asada y cerveza fresca flotando en el aire, y una banda de bardos tocando melodías pegajosas que no podrás sacar de tu cabeza.

Las Habitaciones: Pequeñas, pero con Ambición

Al principio, no necesitas un gran palacio para tus huéspedes. Un par de habitaciones sencillas serán suficientes para los aventureros agotados que solo buscan una cama para pasar la noche (y no mucho más). Eso sí, asegúrate de que tu posada esté diseñada con la posibilidad de expansión, porque si todo va bien (y no explotas el lugar en un accidente alquímico), pronto tendrás hordas de aventureros, comerciantes y otros visitantes demandando alojamiento.

Puedes empezar con lo básico: cuatro paredes, un techo que no se caiga a pedazos (de preferencia), y tal vez hasta una ventana que se pueda cerrar. Pero no te preocupes si no es lujoso, ¡la mayoría de los viajeros han dormido en sitios peores! Lo importante es dejar espacio para que, en el futuro, cuando el oro empiece a fluir, puedas añadir mejoras como camas extra cómodas, jacuzzis, o, quién sabe, un dragón de compañía para calentar las sábanas.

Lo más importante: asegúrate de que haya buenas paredes entre las habitaciones... ya sabes, para mantener un poco de privacidad.

El Cocinero: Busca a Alguien que No Intoxique a los Clientes

Ahora, no puedes olvidar al cocinero, el verdadero héroe tras el telón (y los fogones). Este personaje será esencial para dar vida a tu posada, porque, seamos sinceros, la comida es lo que realmente atrae a los visitantes... y a los aventureros hambrientos. Pero, por favor, ¡asegúrate de conseguir a alguien con experiencia! Alguien que, al menos, no tenga un historial de envenenamiento de clientes.

Necesitarás a alguien que conozca su oficio: la cocina es un campo de batalla, y si no eliges bien, tus clientes terminarán con un estómago revuelto y un disgusto eterno hacia tu posada. Y si quieres hacerlo aún más interesante, ten en cuenta que cada raza tiene sus especialidades culinarias. Un enano sería perfecto para hacer carnes a la brasa. No hay nada como un buen trozo de carne ahumada para abrir el apetito de cualquier aventurero, y si le añades un par de tragos de su famosa cerveza, ¡será un festín digno de un banquete real!

Por otro lado, los elfos son verdaderos maestros de la cocina gourmet. Podrías conseguir a uno que prepare ensaladas tan frescas que sentirás que han sido recogidas directamente de la naturaleza, con un toque de hierbas que podrían hacer que los dioses se mueran de envidia. Pero ten cuidado: también son expertos en presentaciones artísticas, así que es posible que tu platillo termine luciendo mejor que tu posada.

Y, por supuesto, no te olvides de los zapos. Estos pequeños maestros del sushi son los reyes del pescado crudo. Si logras conseguir uno en tu equipo, podrías ofrecer un plato de sushi que haría llorar de felicidad a cualquier amante de la cocina oriental. 

La Comida: Bocados Mágicos y Mordiscos Míticos

¿Qué sería de una posada sin una comida que haga que los viajeros se detengan y digan: "¡Wow, esto sí que no lo esperaba!"? Aquí tienes dos opciones claras: sorprender a tus huéspedes con platos de tu mundo o volverte loco con las delicias locales de este reino fantástico. ¡Incluso puedes incluir de los dos! Porque, claro, nadie se resiste a un buen menú, ¡sobre todo cuando incluye platos que parecen sacados de una novela!