Guía de Supervivencia para Invocados

C: Trotamundos - Preparativos 2

Una vez que ya tienes tu equipo afilado, los víveres empacados y tus acompañantes (o el harem de tu base) preparados, llega la hora de enfrentar lo desconocido y salir al camino. Has hecho tu lista dos veces, tus bolsas están llenas hasta el borde de pociones, mapas y carne seca que, con suerte, no te hartará en la primera semana. Ahora es cuestión de dar ese primer paso épico y dejar atrás la comodidad de la ciudad, la seguridad de los muros y, claro, a los habitantes que aún te deben algunos favores. ¡El horizonte te espera! Entre mares y montañas, con cada paso estarás más cerca de vivir las historias que otros solo sueñan contar.

Tus Acompañantes:

Si has jugado bien tus cartas, a estas alturas ya habrás conquistado el corazón (o al menos la compañía) de algunas mujeres interesantes y dispuestas a seguir tus pasos. Ahora, se presenta una encrucijada: ¿las llevas contigo para hacer de cada parada un espectáculo de aventura y romance, o las dejas encargadas de cuidar tu choza como el más confiable equipo de seguridad? Ambas opciones tienen sus ventajas.

Si decides llevar a algunas, asegúrate de escoger bien: una hechicera puede lanzarte un hechizo protector cuando te metas en líos, una guerrera puede ayudarte a enfrentar bandidos, y hasta una cocinera te será útil para que no acabes comiendo pan rancio cada día. Además, nada hace más interesante un viaje que saber que la tienda de campaña no estará vacía cada noche.

Ahora, si prefieres dejar a tu harem en casa, siempre es buena idea contar con un equipo de confianza que cuide tu base de operaciones. Después de todo, ¿quién va a regarte las plantas, cuidar tus libros polvorientos o hacer que el fuego siga encendido mientras tú conquistas tierras lejanas? Y claro, nunca está de más saber que, cuando regreses de tus aventuras, te esperará una bienvenida cálida y, con suerte, ¡algunas historias interesantes sobre cómo se las arreglaron sin ti!

Además, si decides ser el aventurero solitario, siempre puedes reclutar nuevas compañeras durante el viaje. ¡El mundo es grande, y quién sabe cuántas más encontrarás en cada puerto o cada pueblo!

El Transporte:

Aquí tienes dos opciones clave para moverte: el mar o la tierra. Si no eres del tipo que soporta bien el vaivén de las olas y prefieres no ofrecerle el contenido de tu estómago a los peces, mejor busca alternativas por tierra.

Si decides ir por mar, en el puerto seguro encuentras algún barco con rumbo a donde necesitas ir (o al menos en dirección general). Podrías incluso negociar un buen trato con el capitán si tienes algo de labia o haces buena impresión entre la tripulación.

Ahora, si lo tuyo son los caminos polvorientos y prefieres cabalgar con el viento, busca una buena montura en los establos de la ciudad. Tienes opciones para todos los gustos: desde el noble y elegante chocobo, que corre a gran velocidad con sus plumas ondeando, hasta un robusto reno que, además de resistente, te permite lucirte en el camino. O si quieres algo más exótico, tal vez encuentres alguna criatura única y extravagante con espacio suficiente para tu equipo y hasta para una dama a tu lado (por si alguna del harem decide sumarse).

No escatimes en la montura, recuerda que te acompañará durante los caminos más solitarios, cargará tus provisiones y, quién sabe, podría salvarte en una situación de peligro.

Con todo listo y la emoción burbujeando en el pecho, te lanzas al camino, dejando atrás la vida que conoces y abrazando el vasto mundo que te espera. Has pasado por cada detalle, desde la cantimplora hasta el último cinturón bien apretado; te acompañan tus sueños de grandeza y, quizás, una o dos bellezas que se quedarán suspirando en tu choza o a tu lado. Cada paso te llevará a tierras extrañas, a tesoros que desafían la imaginación y a personajes que pondrán a prueba tu ingenio y encanto.

Es un mundo ancho y lleno de maravillas, ¡así que adelante! Cada decisión que tomes, cada esquina que dobles, tiene el potencial de convertirte en leyenda o, como mínimo, en el aventurero más fascinante que jamás haya pisado este mundo.