El Omega De La Corona | Yoonkook.

028

Jungkook forcejeó intentando deshacerse del agarre que los guardias tenían sobre él, no entendía porque estos hombres lo estaban tratando de esa manera delante de todos.

¿A qué se referian con orden de detención?

— ¿De qué están hablando? ¡Sueltenme! — exclamó Jungkook, tirando con fuerza de sus brazos para liberarse, pero nada era comparable con la fuerza de los guardias.

Sintiéndose indignado por el trato irrespetuoso que estaba recibiendo, levantó su vista hacia los guardia que se negaban a soltarlo y se encontró con rostros firmes pero que parecian huir de su mirada, sin embargo, todavía pudo reconocer sus rostros como aquellos que formaron parte de su grupo de seguridad cuando salió al pueblo por primera vez.

Eran los mismos con los que había compartido una comida y había tratado de darles un día tranquilo fuera de sus labores, pensó que había dejado una buena imagen en ellos.

Si bien Jungkook sabía que aquellos hombres no eran sus amigos y que solo estaban haciendo su trabajo, todavia se sentía traicionado y humillado.

En ese momento, Yoongi apareció con su porte regio y mirada fulminante. Al ver a Jungkook en esa situación, se acercó rápidamente.

— ¡Quítenle las manos de encima! — ordenó el alfa con voz autoritaria.

Aún a pesar de la orden, los guardias dudaron, todavia sujetando a Jungkook.

Eso enfureció al alfa, sus palabras siendo algo mas parecido a un gruñido amenazante. — ¿No me escucharon? Quitenle las manos de encima a mi esposo.

Esta vez la orden cayó más fuerte sobre los hombros de todos, el aura dominante del alfa se extendió y suprimió el intento de los guardias de mantenerse firmes. Incluso Jungkook se estremeció, hasta hace poco experimentó lo invasivas que podían ser las feromonas de YoonGi cuando está enojado y no fue una experiencia agradable, sobretodo para él siendo omega.

Finalmente, el fuerte agarre en sus brazos se desvanece y los guardias se alejan, Jungkook puede sentir como su piel todavia arde en donde fue tocado, pero la sensación se calma cuando es rápidamente rodeado por los brazos de YoonGi.

— ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño? — la suave voz del Alfa inunda los oídos del omega y el efecto es inmediato, Jungkook se relaja en sus brazos mientras YoonGi sostiene su rostro y lo observa con atención, asegurándose de que estaba bien. Luego, con los ojos llenos de ira, se volvió hacia los guardias. — ¿Qué diablos está pasando? Necesito respuestas. Ahora.

— Lo sentimos, su Majestad — dijo el guardia que se atrevió a hablar, probablemente se trataba del general, inclinando la cabeza.
— Recibimos órdenes directas de parte de la Corte Real y del Ministro Han a falta de su presencia en el palacio, de detener a su Majestad el Omega Real.

YoonGi frunció el ceño al escuchar el nombre del primer Ministro de su corte, no tenía sentido que diera una orden así si no tenía una razón detrás. Conocía al hombre, era demasiado metódico para equivocarse.

Enseguida un mal presentimiento lo invadió, tendría que hablar inmediatamente con Seokjin.

— ¿Órdenes del Ministro Han? ¿Por qué ordenaria detener a mi esposo?

El guardia que se había atrevido hablar se quedó en silencio por unos segundos, dando una mirada complicada al omega que se refugiaba en los brazos del Monarca. Dudó por un momento pero ante la mirada penetrante de YoonGi sobre él y la amenaza silenciosa, no pudo contener la presión.

— Porque el omega de la corona está siendo investigado por su participación en el caso del incendio del pueblo, Su Majestad.

El cuerpo del omega en los brazos de YoonGi se estremeció visiblemente. Jungkook se volteó tan rápido como pudo, sus ojos abiertos de par en par por la sorpresa de lo que estaba escuchando. Al mismo tiempo un escalofrío recorrió su nuca.