𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐡𝐢𝐬𝐮𝐢

12. Un dia con Sakura Uchiha

Al siguiente día, Sakura despertó temprano, como era su costumbre. Mientras se levantaba de la cama, notó nuevamente lo largo que estaba su cabello, llegando hasta su cintura. Soltó un suspiro pequeño al recordarlo. Desde que me casé con Itachi, parece que no he querido cortarlo... Le gusta tanto que lo deje largo, pensó mientras se miraba en el espejo, atándose el cabello en una coleta baja para no tenerlo enredado.

Después de cambiarse y colocarse un sencillo vestido rosa, bajó a la cocina para preparar el desayuno para su familia. Itachi ya estaba despierto y se encontraba en la sala leyendo un pergamino relacionado con su próxima misión. Shisui, por otro lado, bajó minutos después, con su cabello alborotado y un rostro todavía algo somnoliento.

—Buenos días, mamá —dijo Shisui con voz suave, sentándose a la mesa mientras olía el desayuno.

—Buenos días, Shisui. Anda, ve a lavarte la cara antes de comer —le respondió Sakura con una sonrisa mientras colocaba el té en la mesa.

Cuando todo estuvo listo, Itachi se acercó para acompañarlos en el desayuno. Él y Shisui intercambiaron algunas palabras sobre entrenamiento, mientras Sakura los escuchaba con una sonrisa, sintiéndose agradecida por los momentos tranquilos que tenían como familia.

Antes de que Shisui se fuera para reunirse con su equipo, Sakura le dio un rápido beso en la frente y lo despidió con una sonrisa.

—Cuídate, ¿de acuerdo? Y no hagas enojar a Boruto demasiado —bromeó, ganándose una risita de su hijo.

Luego, se giró hacia Itachi, que todavía estaba en la sala revisando algunos papeles.

—Voy a salir un momento a comprar comida. ¿Se te antoja algo especial? —le preguntó mientras se acercaba a él.

Itachi levantó la mirada hacia ella, permitiéndose una leve sonrisa.

—Lo que tú elijas estará bien... pero si ves dangos, trae unos cuantos.

Sakura rodó los ojos, divertida.

—Claro, dangos. Siempre con tu comida favoritas, ¿eh? Bueno, vuelvo en un rato.

—Ten cuidado —respondió Itachi, su voz seria pero tranquila.

Sakura tomó su bolso y salió de la casa, disfrutando del aire fresco de la mañana mientras se dirigía al mercado. Durante el trayecto, sus pensamientos divagaron. Recordó cómo, años atrás, jamás habría imaginado tener una vida tan estable y tranquila junto a Itachi. Una sonrisa cálida se formó en su rostro al pensar en lo lejos que habían llegado como familia.

Al llegar al mercado, Sakura recorrió los diferentes puestos con calma, eligiendo con cuidado lo que necesitaba para el día. Cuando pasó por el puesto de dulces, sus ojos se iluminaron al ver los dangos favoritos de Itachi. Sin dudarlo, compró una generosa porción, imaginando lo complacido que estaría su esposo al verlos en casa.

Mientras caminaba de regreso, llevando las bolsas con las compras, comenzó a notar los susurros de algunas mujeres en los alrededores.

—¿Viste? Es la esposa de Itachi Uchiha.
—Es tan afortunada...
—¡¿Por qué ella?! Siendo tan sencilla, no lo entiendo...
—Yo habría sido una mejor esposa para él.

Sakura no pudo evitar escuchar los comentarios. Sin embargo, en lugar de molestarse, simplemente sonrió con calma y siguió caminando. Ellas no tienen idea de lo mucho que luchamos para llegar aquí, pensó. Era cierto, muchas mujeres admiraban a Itachi por su apariencia y habilidades, pero Sakura sabía que lo que compartían era mucho más profundo. Con una leve risa para sí misma, pensó: Soy yo quien ganó su corazón, no ellas.