-Alex despierta. - Mi padre sacudía levemente mi hombro derecho.
-¿Mm?
-Ya nos vamos. - Abrí un ojo para observar la hora en mi teléfono.
-Pero si son las cuatro AM.
De mala gana me levante de mi cama, donde estaba feliz, acompañe a mi padre escaleras abajo el fue al living y yo entre en la cocina por un poco de agua, me sorprendi al ver una espalda ancha y musculosa.
El sonido de la puerta cerrándose capto la atención del chico desconocido.
Era jodidamente hermoso; se notaba que no se había rasurado en algunos días... sus labios eran delicadamente finos, pero a la misma vez anchos, mejillas delgadas ojos de tamaño medio y color café, sus cejas eran grandes, nunca me gustaron pero en este dios griego eran perfectas. Sus orejas no me gustaban pero no se notaba mucho. Y su cabello... ni hablar, estaba despeinado parecía que pasaba una mano seguido por el, tenía mejor cabello que el mío. Pero antes que nada.¿Quién era esta hermosa creación de Dios?
-Alex, el es Patrick.- Dijo mi madre acercandose.- Tu niñero.- Me miro como evaluando mi reaccion y el me sonrió.
Toda su belleza absolutamente toda se fue a la basura.
-Oh... soy Alex- dije avergonzada mientras miraba mis piernas, traía solamente unos boxers.
-¡Bueno! Ya nos vamos.- Dijo mi padre emocionado.- Patrick dejamos los números que puedes llegar a necesitar en caso de emergencia.
-No harán falta, Louis.- Dijo mi madre arrastrando su valija a la puerta.- Escuche por algun lugar que es dificil sacarlo de casillas.
Mire a Patrick alsando una ceja. Me miro y noté que una esquina de su labio se levantó. Idiota.
