4-(Me cansé de fingir)

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Abrí la puerta de mi casa con mi copia de llaves.
En cuanto cerré la puerta me deslice en ella. El día fue horrible, había empezado genial y ahora ya no era así. Hundí mi cara en mis manos.
-Oye ¿Que haces aquí?- Escuché a Patrick acercarse- Oh...¿Que ha pasado?
Me puse de pie rapidamente, no queria parecer débil frente a él.
-Nada... nada, solo que mi profesora no asistió al instituto y nos dieron hora libre y quise venir a casa.- Dije camino a las escaleras.
-Espera Alex, y ¿Por qué lloras?
-No estoy llorando.- fingí confusión.
-¿Quieres contarme que ha pasado?
-Yo... No lo sé... es solo que...- mi labio inferior sobresalió.
Inmediatamente me rodeó con sus brazos. Estuvimos un buen rato abrasados podrian haber pasado unos ¿Siete minutos?
-¿Ya estas mejor?- Asentí con la cabeza.- Ven... vamos al sofá.
Nos sentamos en el sofá de la sala de estar. Me removo incómoda varias veces, me sentía de alguna manera invadida. Nunca madie me había dado una charla de reflexión o algo parecido.
-Lo siento es que no fue uno de mis mejores días.- Sentí qie estaba molestando con las idioteces de mis sentimientos y me vi impulsada a disculparme.
-No te preocupes pasa seguido.¿Quieres hablar de eso?- Negué con la cabeza.- Bueno...- Mordió su labio inferior.- Nunca nos presentamos bien. Soy Patrick Eloy Garner, nací en Chicago pero en cuanto cumplí un año mi padre y yo nos mudamos aquí. Vivo a tres kilómetros en un departamento solo. Soy soltero. No tengo hijos, ni quiero. Mi madre murió cuando nací. Tengo un hermano mayor pero no lo he visto en años. Y soy tu nana. ¿Y tú?
-Soy Alex Mills, no tengo segundo nombre.- Me apresuré a aclarar.- Nací en un hospital que destruyeron hace tres años. Desde que tengo memoria vivo aquí... conozco cada rincón de esta casa. No tengo hermanos. Actualmente no tengo un noviazgo y me veo perdida en este montón de gente.
Me perdí en mis pensamientos cuando volví a recordar a Sophia. La quería tanto y me dolía tanto lo que me habia hecho.
-¿Estas bien?- Asentí con la cabeza.- Entonces ¿Qué es esto?
Paso su pulgar por debajo de mi ojo y me mostro los rastros de delineador negro.- No llores por un idiota Alex.
-No estoy llorando por ti. Es que...
¿Te puedo contar algo?
-Claro.- Se sento cruzando sus piernas y se acerco un poco más.
-Hace exactamente un mes solía estar aquí, en mi habitación, eran las seis PM, salía con Luck, era muy muy feliz tanto que creo que no era real, estabamos mirando una película en mi cama, dijo que tenía que ir al baño y fue allí. Mientras esperaba que el regrese un mensaje llego a su celular. Sabía que se enfadaria pero abrí el mensaje. Era un audio de whatsapp, me sorprendio que sea de Sophia. No sabia que se hablaban. Pulse el boton de play. "Te espero a las ocho en casa así me das duro como el sábado pasado". Recuerdo que se me seco la garganta y mi corazón latía fuertemente. No podía creerlo. Mi mejor amiga, mi hermana, la que estuvo tantos años para mi. Se acostaba con mi novio. Sabía que ella tenia cierta atracción hacia el pero no que era tanta. Deje el teléfono donde estaba y espere a que regrese Luck. Fingí que no vi el mensaje. Seguimos mirando la pelicula. A las siete miró su telefono y siete y media me dijo que tenia un mensaje de su madre y que debía volver a casa. A las ocho salí de aquí para ir a la casa de la que se hacía llamar mi mejor amiga. Cuando llegue la puerta estaba abierta. Se escuchaban gemidos de mujer. Sabía que era lo que estaba pasando pero no quería aceptarlo. Llorando subí a la habitación de ella. Era de esperar lo que ví despues. Habrán escuchado mis sollozos o algo pero simplemente me miraron y no pudieron decir nada. No se esperaban que llegue de repente claro esta.
-Habrás pasado un horrible momento.
-Si, supongo.- Sequé mis lágrimas con la palma de mi mano.
-¿Por eso viniste así?
-No...- Cerré mis ojos.- hoy en la tercera hora Sophia se sento a mi lado y no podía pararme si no queria que me regañaran. Entonces me preguntó porque la esquivaba. Y sin querer me descargue gritandole e insultandola, todos me observaban incluso la profesora de historia lo hacía. No queria estar allí.
-Lo siento.
-Cosas que pasan. Me cansé de fingir que estoy bien cuando estoy destrozada.- dije con un hilo de voz.
-Creeme que te entiendo.- me abrazo. Me sentía tan bien en sus brazos.
-Me tomaron de idiota por el hecho de que compartieron sabanas.

Mi Niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora