Con el vaso de vidrio en mis manos miré hacia Julia, la esposa del padre de Patrick. Hablaba muy animadamente con una chica de cabello azul, me perdí en los distintos tonos que se encontraban en el.
Julia lavaba las vajillas y la otra chica las secaba, al cabo de unos segundos decidí entrar por completo a la cocina.
-Um... hola.- Saludé tímida, ambas voltearon a verme, Julia me sonreía alegre y la otra solo me observaba confundida.
-¡Alex! Pero mirate... que grande estas.- Dijo mientras me examinaba secando sus manos con una toalla. Luego se acercó y me abraso, yo le correspondi gustosa.- Mira, ella es Azul, mi hija.- Observe a Julia con las cejas altas, el cabello de su hija era azul y su nombre era Azul. Que extraño.
-Oh, hola Azul.- Sonreí con mis labios.
-Ella es la hija de unos amigos del trabajo de Greg.- Explicó para su hija, quien me miro tranquila y asintió con la cabeza como saludo, yo solo quede un poco confundida ¿La hija de unos amigos? Yo era la novia de Patrick. No la hija de unos amigos.
-¿Ya haz conocido a los demás?- Negué con la cabeza, me sentía incómoda algo típico ya que no era mi casa.
-Solo he visto a Greg. No sé donde esta Patrick ¿Lo haz visto?
-No lo he visto, pero de seguro fue a saludar a la familia.
-¿Son muchos?
-En realidad no. La mayoría son mis hijos y mis yernos con mis nietos.
-¿Y que hay de Thomas?- Su rostro entristeció y disminuyo la rapidez de su paso.
-Bueno... veras, el no viene aquí desde hace muchos años. Parece que ya tiene una nueva vida con su familia y de mas en Chicago. Nunca viene aquí, y no sabemos su dirección como para visitarle. Pero yo tengo fe de que ya pasará.- Asentí nuevamente curiosa, Patrick me habia contado sobre el pero nunca me dijo porque se habian separado.
Julia me presentó a sus otros hijos, Mía, Jesús y Mario, los tres con sus parejas e hijos, parecia que Azul era la mas pequeña tal vez tenia uno o dos años mas que yo.
La casa de Greg parecía una mansión, claro que digo esto por mi falta de conocimiento hacia las manciones, lo que digo es que esa casa era gigante. El patio trasero parecía un bosque sin arboles y el delantero un hermoso viñedo. Julia dedicaba mucho tiempo a esos dos. Muy seguido regañaba a sus nietos porque corrían muy cerca de sus plantas. Mientras todos los adultos platicaban y tomaban té en el patio trasero; los niños no dejaban de jugar en toda la casa. Y con niños también me refiero a Patrick... y a mi. Era muy divertido jugar al escondite con el porque si nos metiamos en algun closet nos besabamos hasta escuchar los rápidos pasos de los peques.
Mi novio reía mucho con los 3 varones y las 2 mujercitas, luego ya en lo que la tarde moría los cinco quedaron dormidos en la alfombra del living.
Patrick se había dormido con el bebé de Mía sobre su pecho, no perdí tiempo para tomarles una fotografía.
Le sonreí a aquel bebé cual no recordaba su nombre... era tan bello, tenia unos ojos marrones enormes que lo hacía ver tan tiernos que sentía que me derretía con solo una mirada.
Patrick, cuando dormia era demasiado inquiteo y comenzaba a hacerlo notar por lo que deje mi teléfono en la mesa de café, tome al bebé en mis brazos y comence a moverme como en un tipo de vals intentando que la pequeña criatura se durmiera por fin. GOO GOO IA al parecer era lo único que sabia decir, no me sorprendió en ese momento el era muy pequeño. Inspeccione todo su pequeño cuerpito. Piel suave, pelo marrón oscuro, pequeñas manos, pequeños pies, diminutas uñas y parecía no tener orejitas de hada. Sh sh sh. Seguí bailando hasta ver sus ojos cerrarse poco a poco, me enternecia tanto. Escuché el chillido de la puerta al abrirse, volteé mi cabeza encontrandome con Greg y Mía, ella me sonrió y caminó hacia mi con la vista en su hijo.
-Que extraño, se me hace imposible dormirlo sin amamantarlo. ¿Quieres que lo tenga?- Dijo estirando sus brazos hacia mi. Mire al bebé y negue con la cabeza, hacia muchos años que no cargaba uno y me gustaba pensar que así como lo estaba meciendo en ese momento sería con mi hijo o hija en el futuro.
-Me gustaría tenerlo un momento mas... si me lo permites.
-Claro, no hay problema.- Sonrió enternecida en mi adoración con su hijo, luego miro a los niños dormidos a los lados de mis pies y rió por lo bajo negando con la cabeza.- Estan tan grandes ¿Cuándo pasó el tiempo?- Suspiró y fue a la cocina donde se encontraba su hermana y su madre.
-¿Quieres que te preparé una habitación de huéspedes?
-Um... claro... aunque, creí que dormiría en la habitación de Patrick.- Frunci el ceño. El levanto una mano pasandola por delante de su rostro en señal de que no me preocupe.
-No tendras que hacerlo, hay varias habitaciones de sobra.- Frunci el ceño y mire a "mi novio" dormido en el sofá. Luego sonreí falsamente y observé a Greg.
-Claro, te lo agradezco Greg.
-Oh, por nada después de todo para mi eres como mi sobrina.- Mi cara se congeló en una estupida y falsa sonrisa. Luego de decir eso mi tio o suegro, la verdad no lo sé, subió a preparar la habitación en la que dormiría, y no lo haría con quien hubiese querido.
Lleve al bebé con Mía con la excusa de que me dolían los brazos y regresé al living y me sente fuertemente a un lado de Patrick para que el almohadón rebotara.
-¿Que ha pasado?
-Al parecer nada.- El notó mi enojo y sonrió.- No te enojes porque me he dormido...- Beso mi hombro yo apoye mi mano en su frente y lo empuje luego me cruce de brazos.- ¡Oye!
-No es por eso. No sabia que era la sobrina de tu padre o una simple hija de unos amigos del trabajo. Yo conversando con quienes se suponen que son mis suegros o mis cuñadas y no lo saben. Toda mi familia te conoce.- Le reclame golpeando su hombro con mi dedo índice.- No es justo ¿Qué se supone que le dijiste a tu familia sobre mi?
-Oh... bueno... veras, pues dije Oye mamá, papá traeré a Alex para que pase el día aquí el domingo.
-Nunca se te ocurrió decirles que salimos ¿No? Estuvimos tantos meses y no se te ocurrió.
En eso Greg bajó las escaleras y nos miro curioso, mi enojo era notable a varios metros de distancia.
-¿Qué pasa?
-Patrick, es un tonto.
-Ni que lo digas ¡Imaginate! Conviví con el muchos años.- Blanqueo los ojos.
-Yo también convivi con el.
-Oh claro, fue tu niñero ¿Verdad?
-Si... pero aguarda un segundo ¿Patrick no se lo haz dicho? Estoy aquí hace varias horas ¿y tu padre no sabe?
-¿Qué pasa?
-Bueno mira, pues...- Comenzó a hablar Patrick matandome con la mirada.- Alex no es solo una amiga, es mi novia...
-Desde hace 9 meses.- agregué levantando mi dedo índice.
-¿Oh si?
-Si, y por lo que yo creía toda su familia lo sabia pero al parecer no.
-Se me olvido.- Se excusó Patrick.
-La última habitación a la izquierda, sube.- dijo con un movimiento de la cabeza.- Duerme bien.
-Claro...- Dije poniendome de pie para tomar mi teléfono y caminar a las escaleras-... buenas noches.