7-(Playa)

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Corrimos unas cuadras hasta llegar a la moto. La habíamos dejado un poco lejos para que no halla sospechas.
-¿Qué quieres hacer ahora? Ya casi es de noche deberíamos volver para cenar algo.
-Que tal... ¿si vamos a la playa?
-Claro pero yo tengo hambre pasemos por un Burger y vamos.
Y eso hicimos, compramos dos hamburguesas y fuimos a la playa.
Nos sentamos en la arena y comimos nuestras hamburguesas mirando al mar.
-Nunca vine de noche.
-Eso no es verdad- lo mire- ¿Por qué?
-No lo sé. No vengo muy seguido.
-Yo vengo todo el tiempo, me encanta- mastique un poco- ¿Sabes? Es lindo venir de noche porque te relajas y puedes aclarar tus ideas. Huir de la realidad por unos minutos no hace mal. Oye, ¿De dónde te sacaron mis padres?- rió.
-De hecho, soy hijo de un compañero de trabajo de tu madre la conozco hace años. Me cae muy bien.
-Nunca me hablo de ti, Patrick.- frunci el ceño- igual ella es una mujer de pocas palabras es... es como un hombre. Y mi padre es la mujer.- negué con la cabeza mientras sonreía.- tengo la familia mas loca 2015.
Rio haciendo que se formen esas arrugas en sus ojos.
-Vivimos en una sociedad demasiado machista- imitó la voz de mi madre y estalle en carcajadas. Lo hacia genial.- Greg deja de sacarme mis biromes sino quieres que te demande.- mi estómago dolía por mi desaforada risa, mi niñero también reía solo que estaba como perdido.
-Oye ¿Todo en orden?
-Si, claro. Es que no puedo digerir lo de Caroline.
-Oh, no debi contartelo. Lo siento mucho Patrick- tome su gigante mano.- ella era una zorra que se acostaba con el primero que se cruzaba, siempre fue así- negué con la cabeza con los ojos cerrados.
-Tus palabras no son de mucha ayuda Alex pero gracias, supongo.
-De nada- Sonreí.
El sonido de las olas rompiendo era todo lo que se escuchaba y el olor a agua salada hacía que no te olvides de donde te encontrabas.
-La vista es hermosa- lo mire y me estaba mirando. Apenas veía su rostro por la oscuridad pero lo noté.
-S-si es un hermoso mar. Con mucha agua y profundidad.- rió entre dientes.
Se acostó y miro el cielo estrellado. Me acosté a su lado...
-Solía pensar que mi madre me hablaba a través de las estrellas, era un niño.- giro su cabeza para mirarme.- imaginaba frases como Te amo o te veo inclusive cuando miraba las nubes en sus formas encontraba mensajes y cuando había vientos extraños podía escuchar una voz femenina a lo lejos. Tenía siete años.
-Eso es muy tierno- mire arriba nuevamente.- ¿Por qué dejaste de verla?
-Madure- sabía que no era por eso pero quizás era algo sensible para él.
Pasamos otros 25 minutos mirando el cielo iluminado por estrellas tal vez pensando en nuestras cosas o intentando resolver problemas mentalmente o buscando formas en las estrellas como en mi caso.
Me giré para ver su rostro, en sus ojos había un brillo en el que se reflejaba el hermoso paisaje de el cielo estrellado. Me robó un suspiro.
-Oye Nana- giro su cabeza.- ¿Qué pasó entre tu y Caroline?- pasó una mano por su cabello suspirando.
-No lo sé, yo creo que no eramos compatibles. Puede ser que no le agradaba a su familia por ser mayor. Pero no dejabamos de discutir, no había un día en el que no pelearamos o terminaramos gritando, siempre le decía que era una niña idiota cosas... cosas en que ambos nos equivocabamos.
-Entiendo... tal vez es el destino.- Rió con ironía.
-No creo en el destino.
-Oh...
-Deberíamos volver, ya es muy tarde y soy responsable de ti- Dijo con voz de esfuerzo mientras se paraba, me tendió una mano.
-¿Podemos meternos al agua?
-Naciste con un par de tornillos sueltos ¿Verdad?
-Es viernes por la noche.
-Si, y mi nombre es Patrick ¿Qué tiene que ver?
-¡Oh vamos!- tiré de su mano hasta llegar a la orilla. Sacudi mis pies haciendo volar mis zapatos a la arena, me quite mi abrigo y me adentré al agua salada.
Caminé sintiendo como el agua humedecia mis pantalones cada vez más arriba. El agua fría me relajaba mucho. Sentía como mi cuerpo se iba apagando del fuego. Levanté mis brazos poniendo una mano delante de la otra y hundí mi cuerpo en el mar. Se sentía muy bien.
Estuve unos segundos debajo del agua sintiendo las olas por arriba de mi.
Cuando decidí salir a la superficie por así decir. Vi a un Patrick de espaldas girando la cabeza para todos lados, como buscando algo.
-¿Me buscabas?- pregunte alisando mi cabello mojado.
-Oh Alex al fin te encuentro.- Frunci el ceño.
-Fueron solo unos segundos...
-Pero hay muchas olas Alex ya vamonos a casa, por favor.
-Okey...
Caminamos siguiendo el camino del agua, hasta llegar a la orilla. Tome mis zapatos y me puse mi abrigo, se mojaria pero no importaba.
...
Cuando llegamos a casa después de sacudirnos como perros intentando sacarnos de encima la salada agua mientras Patrick preparaba café, yo me daba una ducha rápida.
Tome una toalla y la envolví en mi cuerpo. Miré mi rostro en el espejo de medio metro cuadrado e intenté forzar una sonrisa...
Pensé que no sería bueno seguir atormentadome, no me serviría de nada pensar en el pasado. Tenía que salir adelante, seguir con mi vida ¿Novios? Tendría muchos en mi vida y ¿Amigas? Llega una en cuanto parpadeaste. Pero; aún así... me hubiese gustado que todo fuese una pesadilla. Una de esas pesadillas horribles que normalmente estan en la infancia. De esas que te despiertas con la respiración agitada y con lágrimas en el rostro.
Lamentablemente no era así.
Pero como dije, tenía que seguir adelante conmigo misma.
Olvidar. Sería difícil y tomaría tiempo. Pero eso tenía que hacer para hacerme bien.
Olvidar.

Mi Niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora