"-¿Cómo se dice 'Te quiero' en neerlandés?
Max y Sergio reposaban sobre la cama. Uno junto al otro. Con cientos de pensamientos en la cabeza, que provocaban que ninguno de los dos quisiera sentirse ni estar solo. Así que simplemente se hallaban tumbados, escasos centímetros de distancia los separaba, Sergio mirando al techo y Max observando a la ventana.
-Ik houd van jou.
-Ah- Sergio frunció el ceño- No suena muy romántico.
-¿Estás criticando mi idioma?- vaciló Max, actuando dramáticamente.
-No, no, no- negó rápidamente- Es solo que... no sé, creí que sería más fácil.
-El amor nunca ha sido fácil".
Dos días después de aquella noche de palomitas, Max enseñaba por la mañana, a su clase, a como realizar divisiones y multiplicaciones de manera correcta. De pie, frente al pizarrón, les explicaba a sus alumnos sobre el dividendo, divisor, cociente y el resto; de igual manera, el multiplicando, multiplicador y el producto. Les hablaba de la manera más explícita posible, para que los niños comprendieran fácilmente. En clases anteriores, ya había comenzado a sembrar los cimientos, poniendo ejemplos sencillos con manzanas o animales como borregos y conejos; y ahora, era el momento de avanzar, con ejercicios que implicaban números.
Los estudiantes estaban concentrados, Max también, cuando la puerta del salón de clases fue golpeada. Max pidió permiso a los niños y fue a abrir la puerta.
En cuanto Chequito vio al hombre en la entrada, se levantó de su butaca y corrió hacia él para abrazarlo- ¡Papi, papi!
Sergio se agachó y correspondió el abrazo de su hijo, le dio un beso en la frente y luego un suave empujoncito para que volviera a clase.
-Lamento interrumpirte- se disculpó Sergio una vez que su hijo ya no estuvo presente- Pero necesito pedirte un favor.
-No te preocupes. Dime que necesitas.
-Horner está de camino a la empresa. Hubo un problema con unas piezas que le enviamos y estaré con él todo el día- explicó- Es viernes y debo quedarme con los niños, ¿recuerdas?- Max asintió- Intenté hablar con Carola pero no responde mis llamadas, incluso le dejé un par de mensajes en el buzón, pero no puedo comunicarme con ella; así que, ¿podrías llevar a Chequito y a Carlota al departamento y cuidarlos hasta que vuelva?
-¿Quieres que vaya por Carlota a SU casa?- alzó la voz.
-Carola nunca está en casa cuando voy por Carlota- Sergio comprendió el énfasis en la pregunta de Max- Es la niñera quien está con mi hija, le enviaré un mensaje y no tendrás ningún problema- Max miró al hijo de Sergio, éste intercambiaba miradas entre el pizarrón y su cuaderno, y, con el ceño fruncido y parte de su lengua asomándose entre sus labios, realizaba apuntes en su libreta, su lápiz moviéndose velozmente- Por favor, Max. Chequito te conoce y Carlota ha visto fotos tuyas en mi móvil, por lo tanto sabe quién eres- Max lo miró sorprendido y ligeramente divertido- Así que, por favor.
-De acuerdo- accedió con una sonrisa.
-Gracias- levantó la mano y lo tomó por el brazo, dando una caricia rápida con el pulgar, antes de dar media vuelta y partir.
"-Sabes, he pensado y creo que compraré una casa.
Sergio preparaba el desayuno, mientras Max tecleaba, sentado frente a la barra, en su ordenador portátil preparando la clase del día siguiente.
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1 + 1 = DOS ENAMORADOS. [CHESTAPPEN]
Fanfiction"Y eso está torturándome. Intento convencerme que solo son sentimientos de una amistad "fantástica"- mencionó con sarcasmo la última palabra- pero, ¿por qué me parece erróneo llamarte amigo? -El hielo que estás pisando es muy delgado, Sergio- Max n...