El desayuno transcurría en un ambiente de risas y charlas, el aroma de la comida se mezclaba con el suave tintinear de las copas. Mientras observaba a mi alrededor, intentando sumergirme en la conversación, pero una tensión desconocida se apoderaba de mí.
—¿Sucede algo? — Fue entonces cuando mis ojos se encontraron con los de Christian. Sus ojos negros, profundos como un abismo, me miraban de una manera que me hizo estremecer. Negué inmediatamente intentando concentrarme en el plato de comida frente a mí.
Pero mis ojos seguían vagando sobre la mesa notando como Lúa deslizaba su mirada con facilidad de Enzo a mí, como si disfrutara de la incomodidad que provocaba. Yo sentí un nudo en el estómago al observar la forma en que Lúa acariciaba la copa de vino, sugestivamente, como un viejo hábito que desafiaba al presente.
Mientras intentaba concentrarse en otra cosa que no fuera Lúa, quien me observaba con una mezcla de curiosidad y diversión, mi mirada fue atraída hacia una pequeña joyería que había pasado desapercibida. La luz brillaba con intensidad, y sin pensarlo, me acerque. La pulsera que adornaba la muñeca de Christian era idéntica a la que había visto en mis sueños; un diseño delicado que parecía guardar secretos en sus curvas doradas.
—¿Dónde la conseguiste? — pregunté con la voz entrecortada, incapaz de apartar la mirada de la pulsera. Mientras mi respiración se aceleraba, y mis dedos temblorosos tentaban la pulsera, una conexión inexplicable palpitaba entre ellos. Christian me observó, algo sorprendido y confundido por mi reacción.
—Mi padre me la regalo cuando era niño — respondió, sin comprender por qué yo parecía tan afectada por aquel simple objeto. Nuestros ojos se encontraron, y busque en su rostro algún rasgo familiar que me ayudara a recordar el rostro del niño que había aparecido en mis sueños. Pero no había nada. Entonces pensé que seguro debía haber miles iguales a esa pulsera — ¿por qué la pregunta?
—No, solo pensé verla en otra parte — respondí, alejando mis manos de la pulsera, como si temiera que el contacto pudiera romper la curiosidad que me envolvía. Mi piel se erizó, y sentí un nudo en el estómago.
—Es imposible — insistió Christian, frunciendo el ceño — Mi padre la fabricó especialmente para Enzo y para mí.
Pude sentir un escalofrío recorrer mi espalda. Mis pensamientos se agolparon en mi mente. ¿Podría Christian ser ese niño o podría ser Enzo? Mi corazón comenzó a latir con más fuerza, y la respiración se me aceleró. Las palabras de los demás se desvanecieron en un murmullo distante. De repente me sentí mareada, como si el aire mismo se hubiera vuelto denso a mi alrededor.
—¿Enzo también tiene una? — pregunte, mientras mi confusión seguía creciendo.
—Sí, pero la de él tiene una luna — respondió Christian, y en ese instante, sentí un extraño vacío, como si me hubieran arrebatado una esperanza que ni siquiera sabía que albergaba. La idea de que Enzo no era el niño y que, tal vez, Christian lo fuera, me dejó en un estado de desasosiego. Christian continuaba hablando, pero mis oídos ya no captaban sus palabras. Mis ojos se llenaron de lágrimas, mi vista se volvió borrosa, mis piernas comenzaban a temblar.
"Dame tus manos, las calentare. Hace mucho frio afuera" "guarde esto para ti debes tener mucha hambre" "estarás bien, yo te cuidare" los recuerdos se empezaron a amontonar en mi mente, la necesidad de encontrar un refugio, un lugar seguro donde procesar todo esto, se hizo urgente. Las lágrimas amenazaban con brotar, pero me contuve, luchando por mantener la compostura.
—Voy al baño — avisé antes de levantarme de la mesa y caminar al baño con rapidez. Una vez dentro, dejé escapar un suspiro profundo, liberando el aire que había estado conteniendo. Trate de procesar la verdad, pero mi mente se sentía como un rompecabezas cuyas piezas no encajaban.

ESTÁS LEYENDO
Infierno De Seducción +18 ©
Romance¿Qué estás dispuesto a sacrificar por el deseo y la pasión desenfrenada? ¿Qué consecuencias trae consigo la pasión desenfrenada en un mundo dominado por la corrupción? El ajedrez es un clásico juego de estrategia donde el objetivo es derrocar al re...