Capítulo 5.

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Lo vi salir por la puerta de la cafetería, y luego desaparecer en su carro de mi vista. Me quede perpleja, mirando hacia las calles llenas de personas que observaban con curiosidad hacia dentro de la cafetería, para ser más específica, mirándome a mí, ahora me tocaría dar millones de explicaciones e inventar montones de mentiras y creo que eso era lo que más me preocupaba de todo esto, yo no quería mentirle a nadie, aunque parece que debería volverme una experta en ello.

Una mano se cerró en mi muñeca y jalo de ella, haciendo que fijara mis ojos en la persona que intentaba llamar mi atención, Elly estaba ahí, casi al punto de reventar en un grito, sus ojos me escaneaban con curiosidad y la sonrisa que se reflejaba en su rostro me partió el corazón. Elly es la persona más romántica de este mundo, como podría mentirle a ella.

—Ven — ella me jalo hacia los baños y yo la seguí sin poner resistencia, no quería estar en medio del montón de miradas. Cerro la puerta una vez que estuvimos dentro — necesito una explicación.

—Yo-pues—por donde empezaría, me sentía como Judas en ese instante.

—¿Tu que? no puedo con este misterio, ¿por qué Enzo Barnes te trajo en su auto? ¿por qué diablos te dio un beso en la frente? ¿por qué susurraban tanto? — dijo tan rápido que necesitó tomar una calada de aire una vez que termino de hablar.

—Estoy saliendo con él — solté de repente. Su cara quedo intensamente pálida, con sus ojos agrandados por la sorpresa, y luego, sin más, soltó un grito, el cual tuve que retener tapando su boca — No grites, no grites.

—¡Por Dios! ¡estas saliendo con Enzo Barnes! — chillo, saltando de felicidad mientras sostenía mis manos— pero, ¿cuándo sucedió? ¿por qué yo no sabía nada? vaya son tantas preguntas, creo que mi mente explotará — y no sería la única.

Bien,  por donde empezaría a mentirle, Enzo y yo ni siquiera habíamos acordado nada para este montón de mentiras. Dios somos terribles para esto.

—Estamos saliendo desde hace un año — conteste con seguridad para convencerme hasta a mí misma.

—¡Ah! — grito de nuevo — ¿por qué no me lo habías dicho?

Piensa, piensa, piensa; funciona cerebro, no me defraudes.

—Él es muy conocido en este pueblo, no me quería ver envuelta entre problemas hasta que no fuera algo seguro— vaya se me dan bien las mentiras, mi lugar en el infierno estaba asegurado— además, él me dijo que esperaría hasta que yo estuviera totalmente preparada.

—Ay, qué lindo, ¿quién lo diría? ese hombre no se ve para nada amable y creo que sufría con la sola idea de estar aquí dentro, pero, en fin, si ya están haciéndose público es porque estas preparada para todo lo que implica estar con un hombre, extremadamente guapo y millonario — ella volvió a saltar de felicidad — entonces ¿cuando le darás el veneno?

—Elly — regañe en medio de una pequeña risa.

—Solo bromeó, pero si te lo piensas bien... — le dirigí una larga mirada desaprobatoria y ella cerró su boca de inmediato — pero estás segura de querer estár con él, no se, ese hombre es bastante, ¿como decirlo sin ofender? Un antipático, sin valores ni respeto por los demás.

—Si — ¿ahora cómo le diría que me casare? si le daba la noticia ahora la mataría de la emoción, además no creo que sea capaz de decirle que me casare sin decirle la verdad, nunca le había mentido, me resultaba difícil hacerlo, ella me conocía tanto como yo a ella, así que tendría que fingir muy bien porque, si no se daría cuenta muy rápido de todo este engaño. Lo mejor que se me pudo ocurrir fue esperar a que Enzo lo dijera en la televisión, y ver qué sucedería después.

Infierno De Seducción +18 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora