Capítulo 14.

3.4K 331 47
                                    

La vi allí, tan inmóvil, tan pálida.

—Sarah... —me rasqué la cabeza mientras la miraba.

Yo sé que ella me escuchaba, yo sé que ella me sentía. Sentí ganas de golpear a Park e ir donde la Policía y decir todo. No me importaría estar en prisión por veinte años.

—Ella... Dios... ayúdala —supliqué mirando el techo.

Me acerqué a ella, y ella... ella estaba peor. Vi su cara, y supe que estaba en coma.

—No, no no. —Su cuerpo no trabajaría, y ella necesitaba atención médica.

...

Sarah:

—¡Jin! ¿QUÉ HACES CON ESA CARA? —Me acerqué contenta a él.

Él no me escuchaba. Yo estaba en la puerta de su habitación y él estaba en su cama, arrodillado y mirando algo.

—¿Jin? —Me acerqué lentamente a él. Estaba preocupada.

—¡JIN! —Volví a gritar ya desesperada y él seguía ignorándome— ¡SI SIGUES IGNORÁNDOME, TE DARÉ UN PUÑO MUY FUERTE! —Y me acerqué a la cama.

Me frustré, me tomé por el cabello y luego comencé a llorar.

¡MI CUERPO ESTABA AHÍ, TIRADO EN ESA CAMA!

Y ahí fue cuando comencé a recordar todo: los sueños, la pelea y los zapatos de Jin.

—Jin... ¡tienes qué escucharme! —Traté de tocarle pero mi mano traspasó y grité.

Sarah, despierta... —susurró.

—¡Estoy despierta! —Gruñí a su lado.

Sarah... tienes que volver a casa. —Me senté y sonreí entre mi llanto; traté de acariciar su cabello.

—¿Me ayudarás? —Pregunté.

Si despiertas, prometo que te ayudaré —él respondió como si me escuchara.

—Jin.... yo no sé cómo despertar. —Comencé a llorar más fuerte, dándome cuenta de la gravedad de todo.

Estás en coma... yo sé que me escuchas y que despertarás.

—¡JIN, YO ESTOY MUERTA! —Le grité y me levanté de la cama— ¡JIN, NO VOLVERÉ! —Tuve la idea de tirar algo, pero cuando lo intenté... no funcionó.

Sarah... piensa en tu padre, en tu madre, y en mí, cariño. —Él acariciaba el cabello del cadáver mío.

—Jin, ¡dime cómo vuelvo! ¡Ayúdame! —Lloraba.

Estoy orando por ti. — Vi que él estaba con sus ojos llorosos—. Vuelve, por favor.

—Jin... ¿tú me quieres? —Le pregunté y él miró a mi dirección. Yo me asusté.

Sarah... sí —me respondió y yo retrocedí pasos, pero sentí algo detrás de mí.

Señorita, te dije que desear era algo poderoso. —Era el señor del sueño.

Yo giré de inmediato, y le vi pero no dije nada.

¿Crees que despiertes? Envié personas para que recapacitaras y no aprendiste, Sarah.

—¡YO LO SIENTO! —Grité y apreté los puños.

Ya es demasiado tarde. Sarah, vendrás conmigo.

—¡NO, NO, NO! —Retrocedí más.

Vamos, daremos un recorrido por tu vida. —Y absolutamente a mi alrededor, todo cambió.

SAVE ME. (Jin de BTS).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora