SAVE ME. (Jin de BTS).

Capítulo 27.

Ambos siguieron mirando en tranquilidad y un parpadeo de una luz a lo lejos, les sorprendió.

—Jin... ¿qué es eso? —Sarah alzó su cabeza preocupada.

—Si por alguna razón de la vida, salen bengalas... es porque son personas perdidas.

—Mierda. Y no podemos ayudarles. —Sarah entrecerró los ojos para observarle mejor. Jin hizo lo mismo.

Ambos comenzaron a reír muy fuerte cuando vieron lo que era en verdad.

—Menos mal. —Sarah reía con paz.

Eran personas que estaban de fiesta en otro barco. Tal vez era un yate. La luz parpadeante, era de la pista de baile que tenían.

—Bueno... tenemos que volver adentro. —Jin le tomó la mano.

—Es muy temprano. —No se movió de su lugar.

—Pero no hay nada qué hacer. ¡Vamos! —Haló su mano.

—Solo hemos estado unas hora. —Pataleó.

—A dormir. Hay que levantarse temprano.

—¡Pero si dormimos toda la tarde! ¡No tengo sueño! —Zafó su mano.

—Pues te toca, querida. —Volvió a agarrarla, pero de su brazo.

—¡No! Caminemos un poco, ¿sí? —Jin giró los ojos ante su propuesta.

—Está bien. Pero solo un poco.

Empezaron a caminar para dirigirse a la proa. La mejor parte para observar todo. Caminaban y Sarah sonreía mirando el oscuro mar y el iluminado cielo.

—¿Le temes al mar, Sarah? —Jin rompió el silencio.

—No si estoy en algo. Si estoy en él... tal vez.

Siguieron caminando y llegaron a la proa. Allí fueron hasta la punta, y se sentaron en unos rollos grandes de madera. Comenzaron a conversar cosas que jamás habían preguntado: familia, amigos, noviazgos, sueños, metas, errores, miedos y pensamientos.

...

—¿Dónde estarán todos? —Sarah fruncía el ceño mirando para todos lados.

—Supongo que durmiendo porque tenemos que levantarnos temprano —Jin intentó decirle que fueran a dormir.

—¡Ay, Jin! Estoy contenta aquí. —Acostó su cabeza en el hombro de él.

—Y yo. Pero vamos. —Metió la mano en el bolsillo y sacó su celular—. Son las 10:12 PM.

—¿Y?

—Que tal vez, a las 2:00 AM nos levanten. Mira que vimos un yate, y eso significa que ya estamos cerca.

—O ellos lejos. — Sarah se hacía la desentendida.

—Ay, Dios. ¡Vamos!

—No. —Bostezó.

—Sí. —También bostezó.

—Miremos las pléyades. —Sarah quería ganar.

Jin hizo silencio por unos segundos y luego dijo:

—Maía, Merope, Atlas, Electra, Taygeta y Alcyone son mis favoritas. Son las más grandes entre ellas.

—¿Y cuál es tu favorita entre tus favoritas?

—Merope. La puedo distinguir perfectamente —dijo mirándolas.

—Yo escojo a Maía, entonces. —Sonrió.