Capítulo 20.

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—¿Es aquí? —Sarah preguntaba asustada.

—Sí, Sarah... no te asustes. —Jin se burló de ella.

—Pero dan miedo. —Miraba a todos los que estaban en el hangar ilegal.

—No les tengas miedo. Estoy contigo. —Le apretó más la mano y ella sonrió.

—Son las 2:30 AM... ¿saldremos puntual? —Se juntó más a él y agarró su brazo.

Un señor con un parche en el ojo, con muchos tatuajes  y una cicatriz, la había asustado.

—Sí, honey. Pero deja de demostrar miedo. Todos aquí me conocen. Relájate.

—No puedo. —Jin iba a responder pero fue interrumpido:

—¡JIIN! ¡Amigoo! —Era un chico delgado y con mechón levantado. Su piel era blanca, pero no muy clara; su nariz era puntiaguda y su cabello marrón.

—¡J Hopeee! —Soltó a Sarah y chocó puños con el tal J Hope.

—¡¿Qué tal?! ¿Esa es tu conquista? —Miró a Sarah de pies a cabeza—. Mucho gusto, primor. Soy J Hope.

—Hola, J Hope. —Sonrió Sarah.

—Entonces, Jin... —J Hope cruzó brazos— ya conoces los requisitos, ¿no? Sabes que no vienen desde mí.

—Claro, no te preocupes. ¿Te pago a ti? — Jin metió la mano en su bolsillo.

—Si quieres... —J Hope le sonreía a Sarah. Ella se sentía intimidada.

—Deja de dedicarle esas sonrisas a Sarah. La intimidas. —Los dos muchachos rieron—. Son ocho mil dólares, ¿no es así? —Sarah comenzó a toser.

—Sí... con eso les alcanza para ir en un sitio pasable. —J Hope rió nervioso mientras rascaba su cuello.

—Entonces... —sacó un fajo de billetes— toma quince mil.

—¿Seguro? Hasta creo que ganas más que yo. —J Hope rió y recibió.

—¡Jin, no! —Sarah le haló el brazo.

—No te preocupes. —Le guiñó el ojo.

—Bueno. A las tres les quiero allí. —Señaló las escaleras del avión—. Me voy. Iré donde el jefe. —Chocó palmas con ambos.

—¡No tenías que pagar tanto! —Sarah le golpeó hombro. Jin rió.

—Eso es poco. Tengo más dinero de sobra del que imaginas.

—Jin... —le abrazó.

—¿Qué pasa? —Empezó a acariciar su cabello. Ella suspiró.

—No quiero un adiós. —Jin miró al techo y sintió un chuzón en su corazón—. No quiero que me dejes.

—Sarah... —iba a hablar pero solo suspiró.

—Te quiero, Jin. —Y comenzó a llorar en su pecho.

—Yo también te quiero. —La abrazó más fuerte y bajó un poco su cabeza para besarla en la mejilla.

...

—Siéntense ahí. —Señaló un hombre negro y alto.

—Gracias, Will.

Sarah pasó primero y luego Jin. Había una parte donde todos iban. Eran sillones iguales a los de cualquier avión pero estaban sucios y feos.

—¿Lista para volver a casa? —Jin trató de animar a Sarah. Ella mordió su labio y respondió:

—No te niego que ver a mi madre me emociona mucho; me dan ganas de llorar.

SAVE ME. (Jin de BTS).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora