12. Del revés.

2.7K 252 26
                                    

Camino entre los miles de estudiantes insatisfechos por el trágico resultado de los últimos exámenes y del barullo formado por Belcebú, que estas semanas ha estado realmente insoportable. Para empezar hace que no me conoce y me ignora todo el tiempo. Incluso Erika y él se burlan de mí que, por cierto, ahora son pareja. Aunque el término novios  no creo que sea realmente el apropiado ya que las pocas veces que los veo juntos es en la cama o en alguna esquina oscura dándose el lote.

La broma de el día ha sido colocar varias ranas en el almuerzo de unas chicas de tercer año con el propósito de llamar su atención. Cosa que ha conseguido.

-¡Pye, espera! -Mikel se acerca como puede hasta mí y me sonríe con sorna.-¿Estas bien?

-¿Por qué lo preguntas?

-Se que te jode ver a Bel con otra.

Frunzo el ceño. ¿Bel? ¿Desde cuando usa ese nombre tan cutre?

-No se a que te refieres.-Continúo mi camino hasta llegar a mi habitación y dejó a Mikel con la palabra en la boca. Tras eso, estampo los libros con fuerza sobre la cama y gruño. No es la primera persona que me dice lo mismo desde que Belcebú apareció a pesar de que nadie sabía que nos conocíamos, aparte de Erika a la que le conté que habíamos sido "buenos amigos" hace unos años.

Erika sabe que siento algo por el o que pasó algo entre nosotros en el pasado, pero prefiere no confirmarlo por lo que no pregunta.

-¡Mejor amiga del mundo!-Tina me sonríe tras la otra pantalla del ordenador al conectar Skype y sonrío. Pero solo un poco.-¿Que ha pasado?

Suelto una carcajada. Como me conoce.

-Nada interesante.

-¡No me mientas pequeña glotona!

-Es simplemente...-Suspiro y me aparto los mechones de pelo que han caído por mi cara.- que me gusta alguien.

-¿Alguien que está con otra? - Yo asiento.

-Con la de chicos que hay y te vas a por uno que ya está cazado.

-Tampoco es que sean novios del todo. -Hago una mueca. -Quiero decir, follar todo el día no significa estar en una relación.

-La verdad es qu...

Belcebú abre la puerta de sopetón y entra agitado. Parece que ha estado corriendo.

-¿No está Erika?

Lo miro durante unos segundos hasta que decido no contestar. Si el no quiere darme explicaciones, yo no tengo nada que hablar.

-Pye te estoy hablando.

Me despido de Tina rápidamente y cierro mi portátil con fuerza.

-No está. Vete.-Él hace una mueca y sonríe con malicia. Esa sonrisa que tanto echaba de menos.

-¿Estas enfadada pequeña Pye?

-Dejame en paz.-Me levanto y camino hasta el baño para encerrarme en él hasta que se vaya, pero Belcebú siempre ha sido más rápido.

Me agarra de la cintura y me pega a él hasta que nuestro aliento se roza. Estoy hiperventilando.

-¿Que pasa Pye? -Susurra él mirándome con sus ojos amarillentos. Juraría que cuando está entre humanos sus ojos cambian de color. -¿No me echas de menos?

-No.-Trago saliva y me muerdo el labio inferior nerviosa. No sé mentir.

-Pues yo a ti si.-Sus labios pasan a mi oreja, la cual muerde y gruñe en tal acción.
Lo aparto empujando de sus hombros y lo miro con asco.

-Eres un mentiroso. Y Erika no está aquí asique lárgate ya y deja de molestarme.

-No he venido por ti, niña idiota.-Belcebú gruñe y me aparta del medio para empezar a buscar algo entre las cosas de Erika. Agarra un colgante azul con forma de corazón y se lo guarda en el bolsillo.

-¿No crees que me debes una explicación?

-¿A qué te refieres?-Sus ojos me recorren de arriba a bajo y se relame los labios a la vez.

-Desapareciste. Me abandonaste.

-No lo hice. Siempre estuve a tu lado.

-Eso no es verdad.-Gruño.

-Sí lo es.-Se acerca a mi oído de nuevo y susurra:-Solo vemos lo que queremos.

-¿Y eso qu...?

-¡Mi amor! ¡Estabas aquí! -Erika entra con rapidez y se lanza a los brazos de Belcebú. Suspiro y decido irme de allí, ya que no pinto nada. Camino hasta la puerta pero antes de eso escucho: Por cierto, estas más guapa que nunca.  Miro atentamente a Belcebú pero él está entretenido con la boca de Erika por lo que niego con la cabeza y desaparezco de ahí.

Me estoy volviendo loca.

Belcebú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora