Remember me [Fanfic Faberry/Brittana]

Remember me [1 x 21] [Final parte lll]

Final:

Era algo irreal, el padre de Santana de ese modo era algo que jamás imagine.

Él se veía agotado, tenía la cara pálida, su cabello lucia desordenado, su camisa no estaba bien fajada y sus ojos estaban rojos como el infierno.

La madre de Santana lo había hecho. Le había confesado la verdad.

— Papi. . . — Susurró San sorprendida al verlo, su voz era temerosa.

— Creo que nosotras deberíamos esperar en el auto, Santy — Habló Quinn, tomando a Rachel de la mano y regresando por donde llego.

— Tal vez yo también debería. . .

— Quédate — Me interrumpió ella. — Por favor.

Asentí.

El señor López nos condujo en silencio hasta la sala, al parecer no había nadie más en la mansión, porque todo estaba en completo silencio.

— ¿Qué fue lo que paso aquí?

Los sillones estaban volteados, la mesa de cristal estaba rota, las masetas y plantas destrozadas. Todo era un completo caos.

— Tu mamá — Fue lo primero que dijo él. — Tu mamá ayer en la noche me confeso algo.

— Oh. . .

— Ella me engañaba. . . se veía con otro sujeto casi todos los días de la semana. Ellos me veían la cara de idiota. — Él se pasó las manos por el cabello, entrando claramente en desesperación.

Los ojos de Santana rápidamente se volvieron cristalinos.

— Papi. . . Lo siento mucho. Yo no sabía cómo decírtelo. . .

El señor lopez se sorprendio ante el comentario de San, pero después de unos segundos contesto de modo comprensivo.

— No es tu culpa, cariño.

— Pude haber detenido todo esto desde hace mucho tiempo, pero preferí escapar — Agacho la mirada.

— ¿Por eso te fuiste de la casa?

Santana asintió. — No sabía que más hacer. . . Y cuando recupere la memoria, me sentí una basura por no habértelo dicho antes.

— Tú no tienes la culpa, la que hizo las cosas mal fue tu madre.

— ¿Qué va a pasar entre ustedes dos? — Pregunto.

— Sabes, hija. Cuando pasas tu vida al lado de una persona es muy difícil dejarla ir, porque te acostumbras a su compañía, a sus gestos, a su forma de ser, y a veces perdonamos cosas, incluso cuando sus errores parecen imperdonables. . . por el simple hecho de que los amamos y queremos seguir a su lado.

— ¿Eso significa que siguen juntos?

— No, hija. Es muy pronto, y ahora lo que necesito es tiempo, no digo que no ame a tu madre, porque sabes que yo la amo con toda mi alma, pero lo que hizo estuvo muy mal, y tengo que tomarme una temporada intentando averiguar que quiero, si quiero seguir a su lado o no; y sobretodo, tengo que buscar mi bienestar y el tuyo.

— Yo estaré contigo en todo momento, papá. — Aseguro Santana, y corrió a sus brazos.

El abrazo que ellos dos se estaban dando me hizo pensar en muchas cosas, en el amor de un padre a una hija, en la familia, y en las palabras que había dicho el señor López. Era cierto, nosotros estamos dispuestos a perdonar a las personas porque las amamos, pero, ¿Cuál es el límite? ¿Hay alguno? Quiero creer que sí, porque si no lo hay, puedes llegar a humillarte, y nadie se merece eso... nadie merece rebajarse por amor. Merecemos que luchen por nosotros, o nosotros luchar por algo que queramos... siempre he tenido estas ideas vagas, no me hagan caso... concentrémonos en la hermosa escena que estoy presenciando.