Remember me [Fanfic Faberry/Brittana]

Remember me [1 x 09]

Capitulo nueve:

-¡Enfermera! ¡Necesito una enferma!- Grite en el pasillo. -¡Ella movió la mano!-

Dos chicas vestidas de blanco entraron a checar a Santana... Me pidieron esperar afuera y así lo hice. Pasaron unos diez minutos y las chicas salieron.

-Todo parece seguir normal- Comentó una de ellas.

-Pero ella me apretó mano- Dije pasándome un mechón de cabello par atrás.

-Creo que debería hablar con el doctor, señorita Pierce- Recomendaron y volvieron a su cubículo.

-Si... Eso haré. Gracias de todos modos- Agaché la mirada.

Regrese a la habitación con Santana y esperé pacientemente a que el doctor regresara...

-Me han dicho que usted llamo a las enfermeras, señorita Pierce. ¿Qué ha pasado?-  Preguntó el rubio en tono profesional.

-Estaba con ella, hablándole de cosas al azar... Y le pedí una señal de que seguía aquí y apretó mi mano. ¡Apretó mi mano!- Dije sonriendo.

La semana siguiente las cosas se complicaron... Santana aun no tenía  mejoría. Aun no cubría todas las deudas y mis terapias no daban resultado.

-Buenos días, Santana- Entré a la habitación con un café en la mano, caminé hasta ella depositando un beso en su frente.

-El día de hoy tengo pensado cantarte algo... Sé que amas que te cante, aunque casi nunca lo hago... Pero antes de eso te platicaré como van mis días- Sonreí melancólica.

-Las terapias no ayudan mucho... Dicen que tengo que ser paciente. Pero últimamente paciencia es lo único que me falta... También puse en venta mi auto. El día de ayer para ser exactas... Esperó que llegue un comprador pronto-

Mientras seguía platicándole mis cosas la melancolía aumentaba cada vez más... Extrañaba su risa. Extrañaba sus abrazos cálidos, llenos de amor.

Nunca pensé necesitar tanto una persona como a Santana. Nunca pensé amar a alguien como amo a Santana.

-Hey rubia- Exclamó Rachel entrando al cuarto.

-Hola chicas... ¿Qué hacen aquí? Las esperaba hasta la tarde- Dije, recuperando la compostura.

-Lo sé, pero quería ver a la pequeña San- Contesto Quinn. Dándome un cálido abrazo.

-Si... Y yo tomaré el turno de la noche, para apoyarte con Santy en las mañanas-

-No es necesario, Quinn- La mire con angustia.

-No acepto un no por respuesta… Esto no está a discusión. Aparte de eso me entere que van tres veces que faltas a terapia… ¿Cómo esperas componerte si nunca vas?- Me regañó.

Bien, tal vez había faltado un par de veces. No es gran cosa. Tengo que estar con Santana.

-Está bien… No diré nada porque me asustas- Reí entre dientes.

-Aún tengo el toque- Dijo Quinn.

Ella se remitía a la preparatoria, cuando Santana y Quinn dominaban la escuela. Literalmente, todo mundo les temía, eran las dos chicas más agresivas, perras, hipócritas y malditas de todo el colegio. Yo nunca lo vi así, pero todos los demás les tenían respeto. Cuando ellas pasaban la gente les abría el camino, como el mar rojo.

-¡Ni me lo digas! ¡A mí a veces me asusta a morir!- Exclamo Rach riéndose.

-Dios… Como necesito la ayuda de Santana para defenderme, ustedes dos son unas montoneras-