LA VERDAD

Capítulo 19 🇮🇹

Después de semanas de tensiones y reconciliaciones, Hyunjin y Félix se encontraban a punto de emprender el viaje de sus vidas. La emoción era palpable, y mientras el sol comenzaba a descender en el horizonte, los dos amigos se preparaban para un viaje a Italia, el lugar que siempre habían soñado visitar. Todo se había dado de forma casi mágica; una oportunidad inesperada que se presentó cuando una amiga de la familia de Hyunjin organizó una pequeña gira por varias ciudades italianas, y ambos recibieron una invitación para acompañarla.

El día había llegado. El aeropuerto de Incheon estaba lleno de viajeros, pero para Hyunjin y Félix, todo parecía un sueño. Se sentían emocionados, un poco nerviosos, pero sobre todo agradecidos por la oportunidad. Hyunjin miraba su boleto de avión, aún sin poder creer que estaban a punto de partir hacia Europa.

"¿Estás listo, Jinnie?" preguntó Félix, sonriendo mientras tomaba la mano de Hyunjin, sin pensar mucho en el gesto, pero con la familiaridad y el cariño que se habían ganado después de tanto tiempo juntos. "Vamos a vivir la mejor aventura de nuestras vidas."

Hyunjin asintió, sintiendo que el nudo en su estómago era una mezcla de emoción y felicidad. "Estoy listo. No puedo creer que estemos a punto de estar en Italia. Esto va a ser increíble."

Italia: La llegada

El avión aterrizó en el aeropuerto de Roma, y el frío aire europeo les dio la bienvenida. Hyunjin y Félix caminaron por el aeropuerto con las maletas en mano, sonriendo como niños pequeños. Aunque todo parecía nuevo y diferente, la calidez de estar juntos hacía que el viaje fuera aún más especial.

Tras pasar por aduanas y recoger sus equipajes, la familia de la amiga de Hyunjin los esperaba en el vestíbulo. La mujer, de unos 40 años, les dio una cálida bienvenida, y rápidamente comenzaron su recorrido por la ciudad. El tráfico de Roma era caótico, pero la belleza de la ciudad hacía que todo pareciera parte de un sueño. Las antiguas ruinas de los edificios y las pequeñas calles empedradas les daban la sensación de estar viviendo una película.

"Esto es... todo tan bonito," murmuró Hyunjin, mirando a su alrededor. "Nunca imaginé que vería esto con mis propios ojos."

Félix sonrió, observando cómo su rostro se iluminaba. "Es más hermoso de lo que imaginé, Jinnie. Y aún no hemos visto nada. Te prometo que esto solo es el comienzo."

La primera parada: El Coliseo

El primer destino turístico en Roma fue, por supuesto, el Coliseo. La estructura imponente, llena de historia y cultura, los dejó sin palabras. El lugar estaba lleno de turistas, pero eso no impidió que Félix tomara de la mano a Hyunjin mientras caminaban por el interior del antiguo anfiteatro.

"Es increíble pensar en todo lo que ocurrió aquí," comentó Félix, su tono reverente mientras miraba alrededor. "Es como si el tiempo se hubiera detenido en este lugar."

Hyunjin asintió, pero su atención estaba centrada en algo más. No pudo evitar sonrojarse cuando Félix, sin pensarlo, acercó su rostro al suyo para tomar una foto. El calor que sintió en ese momento no era solo por el sol italiano, sino por la cercanía con él, algo que había comenzado a ser más evidente cada día.

"¿Te gustaría venir conmigo a la Fontana di Trevi?" Félix preguntó, después de tomar una foto de ambos con el Coliseo de fondo.

"Sí, claro. Me encantaría," respondió Hyunjin, aunque su corazón latía más rápido de lo normal. "Vamos."

La Fontana di Trevi

Al llegar a la Fontana di Trevi, Hyunjin y Félix se quedaron unos minutos mirando la famosa fuente, tomando fotos y disfrutando del ambiente mágico que envolvía el lugar. La multitud no impedía que los dos se sintieran como si estuvieran completamente solos. Las luces de la ciudad comenzaban a brillar y reflejarse en el agua, creando un ambiente perfecto.

"Es aún más hermoso de lo que imaginaba," dijo Hyunjin, sonriendo mientras lanzaba una moneda a la fuente. "Dicen que si pides un deseo aquí, se hará realidad."

Félix lo miró con una sonrisa traviesa. "¿Y qué pediste?"

Hyunjin se encogió de hombros. "No lo voy a decir. Si lo hago, no se va a cumplir."

Félix lo observó fijamente, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y algo más que no supo identificar. "Yo solo espero que tú y yo estemos siempre juntos," dijo, casi en un susurro, sin pensar mucho en lo que decía, pero sin arrepentirse.

Hyunjin lo miró sorprendido, pero luego sonrió. "Te prometo que sí, Jinnie."

La noche llegó rápidamente, y con ella una cena romántica en un restaurante típico italiano. La familia de la amiga de Hyunjin había preparado todo, pero ellos no podían dejar de sonreír el uno al otro mientras esperaban a que les trajeran la comida.

"¿Cómo te sientes, Jinnie?" preguntó Félix, mirándolo fijamente a los ojos, disfrutando de su compañía.

"Estoy feliz. Este viaje... este viaje es algo que siempre soñé hacer. Y ahora que estoy aquí, con alguien tan especial, todo parece perfecto," respondió Hyunjin, su voz suave y sincera.

Félix sonrió ampliamente. "Y yo me siento igual. Gracias por venir conmigo. No podría estar en un lugar mejor."

La noche llegó a su fin y, después de la cena, decidieron caminar por las calles de Roma. El aire fresco y la calma de la noche italiana creaban una atmósfera especial. Al caminar por una pequeña plaza, Hyunjin se detuvo y miró hacia el cielo estrellado.

"Esto es increíble," dijo, suspirando. "Nunca pensé que tendría la oportunidad de hacer todo esto."

Félix lo miró desde atrás, acercándose lentamente hasta estar a su lado. "Lo bueno es que aún queda mucho por hacer. Este es solo el comienzo de nuestra aventura."

Y en ese momento, Hyunjin sintió que no importaba lo que viniera después, porque lo que estaba viviendo en ese momento era más que suficiente. Todo se sentía como un sueño, pero un sueño que, de alguna manera, se estaba haciendo realidad.

Así terminó su primer día en Italia, con recuerdos que quedarán grabados para siempre en sus corazones.