LA VERDAD

Capítulo 21 🇮🇹

Era un día soleado en Italia, la brisa suave acariciaba sus rostros mientras caminaban por las calles llenas de vida. Félix y Hyunjin, aún disfrutando de su escapada juntos, decidieron explorar un poco más la ciudad. El sol estaba en su punto máximo, y la atmósfera cálida y vibrante era perfecta para disfrutar del día. Pero hoy, algo en el aire era diferente para Hyunjin. Algo que había planeado en secreto, y que esperaba sorprender a Félix de una manera especial.

Félix, sin saber nada, caminaba a su lado, sonriendo con su característico brillo en los ojos. Había algo en él que hacía que el mundo pareciera más brillante. Hyunjin no pudo evitar sonreír cada vez que lo miraba. No importaba dónde estuvieran ni qué estuvieran haciendo, lo único que importaba era que estaban juntos.

—Oye, Jinnie, ¿dónde vamos? —preguntó Félix, curioso, mientras miraba a su alrededor.

Hyunjin lo miró con una sonrisa enigmática y le guiñó un ojo.

—Es una sorpresa, Féli. Solo confía en mí.

Félix frunció el ceño con diversión. Sabía que Hyunjin era impredecible, pero también confiaba completamente en él. Habían compartido tanto en los últimos días que cualquier cosa que viniera de él era, para Félix, una experiencia increíble.

Finalmente, llegaron a una pequeña tienda de música en una calle tranquila, una joya escondida en medio de la ciudad. Hyunjin tomó la mano de Félix y lo guió hacia el interior de la tienda. La tienda estaba llena de vinilos, posters de bandas de rock, guitarras y todo lo que un amante de la música podría soñar. Pero lo que llamó la atención de Félix fue el cartel en la pared: "Concierto de Måneskin, entradas disponibles".

—¿Esto es...? —comenzó Félix, con los ojos llenos de emoción al ver el nombre de la banda.

Hyunjin asintió con una sonrisa amplia en su rostro.

—Sí, Féli. Sé que amas a Måneskin ( al menos en mi historia) , así que compré un par de entradas para que podamos ir a verlos en vivo.

Félix no pudo evitar sorprenderse. Sus ojos se abrieron como platos, y su boca se formó en una expresión de incredulidad.

—¿De verdad? ¿Måneskin? ¡No puede ser! —exclamó, casi sin creerlo.

Hyunjin asintió nuevamente, sacando un sobre de su chaqueta y dándoselo a Félix.

—Tómalas. Quiero que vivas este momento, y quiero compartirlo contigo.

Félix tomó el sobre con manos temblorosas, sus ojos brillando con emoción. Al abrirlo, vio los boletos con el logo de Måneskin impreso en ellos. No podía creerlo. Hyunjin, su Jinnie, había planeado todo esto solo para él. El gesto era tan increíblemente dulce y lleno de amor que Félix sintió una mezcla de gratitud y felicidad tan profunda que le costaba procesarlo.

—No puedo creerlo... ¡Te amo tanto, Jinnie! —dijo, abrazando a Hyunjin de inmediato, sin importarle si había personas alrededor.

Hyunjin sonrió al sentir el abrazo de Félix. No le importaba el alboroto, solo le importaba ver la felicidad en los ojos de Félix.

—Te amo también, Féli. Quiero verte feliz, y sé que esto te hará muy feliz. ¡Es todo para ti!

Félix se separó un poco, todavía con una sonrisa enorme en el rostro, y tomó las manos de Hyunjin.

—Esto es el mejor regalo que me han dado. En serio, Jinnie, me haces sentir como si estuviera viviendo un sueño. Nunca podré agradecerte lo suficiente.

Hyunjin rió suavemente y le dio un beso en la frente.

—Solo quiero verte sonreír, Félix. Y si un concierto de Måneskin lo logra, entonces ha valido la pena cada segundo de planificación.