LA VERDAD

capítulo 23-

La luz dorada del atardecer se reflejaba en las calles empedradas de Roma mientras Hyunjin y Félix paseaban de la mano. Era su último día en Italia, y aunque intentaban disfrutarlo al máximo, una sombra de incertidumbre comenzaba a teñir su relación.

"Lixie, ¿no crees que esto es demasiado? ¡Mira cuántos llaveros llevas!" comentó Hyunjin con una sonrisa mientras Félix seguía llenando su cesta con souvenirs.

"Nunca es demasiado, Jinnie. Quiero que todos tengan algo de este viaje," respondió Félix, su voz cargada de entusiasmo, aunque su sonrisa parecía un poco más tenue que de costumbre.

Después de las compras, se detuvieron en una terraza para tomar café. Hyunjin pidió un espresso, mientras Félix eligió un capuchino. Aunque el ambiente era tranquilo y mágico, todo se interrumpió cuando el teléfono de Hyunjin vibró en la mesa.

Hyunjin miró la pantalla rápidamente, su rostro mostrando una sombra de incomodidad antes de guardar el teléfono en su bolsillo con un movimiento rápido.

"¿Todo bien?" preguntó Félix, levantando una ceja.

"Sí, solo un mensaje de Minho. Nada importante," respondió Hyunjin, intentando sonar despreocupado.

Aunque Félix quiso creerle, algo en el tono de Hyunjin le hizo dudar. La inquietud comenzó a crecer en su pecho, pero decidió no insistir.

Esa noche, mientras empacaban sus maletas para regresar a Corea, Hyunjin se detuvo de repente.

"Lixie, voy a salir un momento. No tardo, ¿vale?"

"¿A dónde vas?" preguntó Félix, tratando de sonar casual.

"Solo necesito aire fresco. No me tardo."

Félix asintió, pero la inquietud lo invadió mientras veía a Hyunjin cerrar la puerta. Miró el reloj. Eran casi las diez de la noche. ¿Qué tan urgente podía ser salir a esa hora?

El tiempo pasaba lento. Félix trató de distraerse viendo videos en su celular, pero cada ruido en el pasillo lo hacía mirar hacia la puerta. Finalmente, alrededor de la medianoche, Hyunjin regresó. Félix estaba acostado, fingiendo estar dormido, pero no pudo evitar notar cómo Hyunjin caminaba de puntillas para no hacer ruido. ¿Qué estaba ocultando?

Al día siguiente, en el aeropuerto, Félix trató de olvidar sus sospechas mientras desayunaban antes del vuelo. Hyunjin parecía más hablador que de costumbre, emocionado por regresar y planear su próxima cita en Corea. Pero Félix no podía concentrarse en lo que decía.

Decidió distraerse revisando sus redes sociales, pero algo inesperado apareció en sus mensajes privados. Una cuenta anónima le había escrito:

"¿Sabías que Hyunjin no te ha contado todo sobre su pasado?"

Félix frunció el ceño y quiso ignorarlo, pero antes de cerrar la conversación, otro mensaje llegó. Esta vez, era una foto de Hyunjin hablando con alguien afuera del hotel la noche anterior. La imagen estaba algo borrosa, pero era evidente que Hyunjin no estaba solo.

"Las apariencias engañan, ¿verdad?"

Félix sintió un nudo en el estómago. Guardó el teléfono rápidamente cuando Hyunjin regresó a la mesa con dos cafés. "Mira, te traje otro capuchino. Sé que te encanta."

"Gracias," murmuró Félix, tratando de sonreír.

Hyunjin lo miró preocupado. "¿Estás bien, Lixie? Pareces distante."

"Sí, estoy bien. Solo... cansado," mintió Félix.

El vuelo fue silencioso. Félix miraba por la ventana del avión, perdido en sus pensamientos. Hyunjin trataba de entablar conversación, pero cada intento se encontraba con respuestas cortas y evasivas. Finalmente, Hyunjin tomó su mano, buscando consolarlo.