Capítulo Especial de Navidad - Parte 1

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La Navidad estaba cerca, y el aire frío de diciembre cubría las calles de Seúl. Las luces brillaban en cada esquina, adornando los árboles y edificios con colores vibrantes. Las familias se reunían para celebrar, y el ambiente era cálido y festivo, a pesar del clima gélido. Pero para Hyunjin y Félix, esa Navidad iba a ser diferente.

Los dos chicos habían pasado por muchas cosas en los últimos meses, y aunque su relación había tenido sus altos y bajos, el amor que se tenían se había vuelto más fuerte. Todo había comenzado con pequeñas sonrisas, miradas furtivas, y un apodo cariñoso que Félix le puso a Hyunjin: Jinnie. Desde ese día, el mundo pareció volverse más brillante para ambos.

Félix había decidido que esta Navidad, iba a hacer algo especial. Algo que demostrara todo lo que sentía por su querido Jinnie. No podía dejar pasar la oportunidad de sorprenderlo. Así que, en los días previos, estuvo planeando cada detalle con la ayuda de sus amigos, sin que Hyunjin sospechara nada.

Era la mañana del 24 de diciembre, y mientras el sol apenas comenzaba a asomarse, Félix se levantó con una sonrisa en el rostro. Había preparado una sorpresa que no solo consistía en regalos caros, sino en un gesto de amor inmenso. Fue a su armario y sacó una camisa blanca perfectamente planchada y unos pantalones oscuros. Quería que todo fuera perfecto.

Cuando llegó a la casa de Hyunjin, se aseguró de que todo estuviera en su lugar: una mesa con velas encendidas, flores frescas, y un lugar apartado en el jardín con un pequeño escenario improvisado. Pero lo que realmente iba a sorprender a Hyunjin eran los regalos. Félix había comprado un bolso de Gucci, unas botas de Prada, y una chaqueta de Dior, todo cuidadosamente elegido para sorprenderlo. Pero eso no era todo, ya que en la mesa había un ramo gigante de rosas rojas, su flor favorita.

Finalmente, después de mucho esfuerzo, Félix estaba listo para recibir a Hyunjin. Mientras tanto, el chico rubio aún no tenía idea de lo que estaba a punto de suceder. Se encontraba en su habitación, eligiendo qué ponerse, sin saber que su vida iba a cambiar para siempre.

Cuando Hyunjin llegó a la casa de Félix, lo primero que notó fue el ambiente cálido que lo rodeaba. Las luces del árbol de Navidad parpadeaban suavemente, y el aroma de las flores se mezclaba con el perfume que flotaba en el aire. Félix estaba esperando frente a la puerta, con una enorme sonrisa en el rostro.

"Hola, Jinnie", dijo Félix con una voz suave, su tono lleno de emoción. "Feliz Navidad".

Hyunjin sonrió, su corazón acelerándose al ver el esfuerzo que Félix había puesto en la decoración. "Feliz Navidad, Felix... esto está increíble", dijo, sintiéndose completamente conmovido.

Félix extendió su mano, invitando a Hyunjin a entrar, y le hizo un gesto para que lo siguiera. A medida que caminaban, Hyunjin vio la mesa perfectamente preparada y las velas encendidas, creando una atmósfera mágica.

"Todo esto... es para ti, Jinnie", dijo Félix, guiándolo hacia la mesa. "Quiero que esta Navidad sea especial, porque tú eres especial para mí".

Los ojos de Hyunjin se abrieron con sorpresa al ver los regalos sobre la mesa. "Félix... no tenías que..."

Félix levantó una mano y lo interrumpió suavemente. "No, no, Jinnie. Quiero hacer esto. Quiero demostrarte cuánto te quiero".

Con una sonrisa cálida, Félix tomó el bolso de Gucci y se lo entregó a Hyunjin. "Este es para ti", dijo. "Sé que te encanta, y te lo he estado guardando por un buen rato".

Hyunjin, sorprendido, miró el bolso con asombro y luego abrazó a Félix con fuerza. "Félix, esto es demasiado..."

Félix, sintiendo el abrazo de su novio, sonrió y le acarició la espalda. "Nada es demasiado cuando se trata de ti, Jinnie".

Hyunjin soltó a Félix lentamente, sin dejar de sonreír, y tomó las botas de Prada. "¿Estas son para mí también?"

"Sí, y hay más", respondió Félix, levantando la chaqueta de Dior. "También quiero que tengas esto. Cada vez que lo uses, quiero que recuerdes que te quiero más de lo que las palabras pueden expresar".

Hyunjin, con los ojos brillando de emoción, tomó la chaqueta y la acercó a su rostro, inhalando su aroma. "Gracias, Félix. Es... perfecto. Todo esto es perfecto."

"Todo es para ti, Jinnie", repitió Félix, su voz ahora un susurro lleno de afecto. "Quiero que sepas cuánto significas para mí".

Hyunjin, tocado por tanto amor, se acercó a Félix y lo abrazó de nuevo. "Yo también te quiero, Félix. Y... estoy tan feliz de estar contigo. No sé qué haría sin ti."

Félix le acarició el cabello, sosteniéndolo con ternura. "Nunca estarás sin mí, Jinnie. Siempre estaré aquí para ti. Siempre."

En ese momento, Hyunjin se apartó ligeramente y miró a Félix con una mirada intensa. "Tienes una manera tan especial de hacerme sentir amado... No sé cómo expresarlo. Este es el mejor regalo que podría recibir. Todo lo que me das, no solo los regalos, sino tu tiempo, tu cariño... eso es lo que más valoro."

Félix se acercó más a Hyunjin, ahora a solo unos centímetros de distancia. "Jinnie... no hay nada que no haría por ti. Solo quiero verte feliz."

Las palabras de Félix se quedaron suspendidas en el aire por un momento. La tensión creció, y ambos sabían lo que estaba por suceder. Félix tomó un paso más hacia Hyunjin, dejándose llevar por el amor que sentía. Con una sonrisa suave, susurró, "¿Sabes que te quiero más de lo que nunca imaginaste, verdad?"

Antes de que Hyunjin pudiera responder, Félix tomó su rostro con delicadeza y lo besó, sintiendo que todo lo que había planeado hasta ese momento cobraba vida en ese simple gesto. El beso fue suave al principio, casi como una promesa, pero a medida que ambos se entregaban al momento, el beso se volvía más profundo, más apasionado.

Cuando finalmente se separaron, ambos estaban sonrojados, pero con sonrisas felices en sus rostros.

"Félix, tú... me haces sentir tan amado", dijo Hyunjin, con la voz suave y llena de emoción.

Félix le acarició el rostro y lo miró fijamente a los ojos. "Y tú me haces sentir completo, Jinnie. Estoy feliz de estar a tu lado."

En ese momento, la atmósfera a su alrededor parecía desaparecer, y el tiempo se detuvo. Todo lo que importaba era estar ahí, juntos, en ese momento perfecto de Navidad.

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