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Narra Edward.

Llevaba dos semanas buscándola, preguntando en cada lugar, recorriendo cada callejón de la ciudad pero no había rastro alguno de Clara. No podía dormir ni comer ni hacer nada. Necesitaba encontrarla y tenerla conmigo otra vez. Quería decirle que había terminado mi compromiso, que podíamos estar juntos, que todo iba a estar bien.

Narra Clara.

Ya no sé cuánto tiempo llevaba dando vueltas por los mismos lugares. Solo sabía que quería recuperar la memoria. Quería volver a donde sea que debiera volver y quería terminar con esa maldita pesadilla.
-Clara.-oí a alguien gritar y pensé que esa Clara tenía suerte porque al menos no estaba sola como yo.-¡Clara!-volvieron a gritar. Volteé al tiempo en que me tomaban del brazo.
-Disculpa...
-No te disculpo nada.-dijo y me abrazó.- Dios, ¿dónde te habías metido? Me tenías comiéndome las uñas. ¿Qué pasó? ¿Por qué hay sangre en tu sweter? ¿Dónde estabas?
-Tranquila.-dije abrumada por tantas preguntas.- No tengo respuesta para nada. Tengo amnesia.
-Vamos a casa.-suplicó sin dejar de abrazarme con fuerza, entonces la recordé.
-¡Lu!-dije y ella rió y me abrazó con mas fuerza.-¿Por qué tardaste tanto en encontrarme?
-Sos difícil de encontrar, Clarita.
Al entrar en el departamento ya había recordado numerosas cosas aunque algo se me escapaba, lo sabía. Alguien me faltaba, y era la misma persona que ocupaba los espacios en blanco de mi mente. De todos modos, Lu no me dijo de quién se trataba y yo no la presioné. Estaba muy emocionada de volver a casa, de volver a mis recuerdos y de no sentirme tan perdida.
Pasaron los días y mi vida volvía a ser la misma aunque alguien se me escapaba aún pero le reste importancia porque eso ponía nerviosa a mi amiga.
Acababa de regresar del trabajo cuando llamaron a la puerta, suspiré y caminé hacia allí, Lu no estaba, se debía haber olvidado las llaves.
-Cabeza de no...-reí pero no era Lu quien estaba ahí sino un chico alto, con rulos y ojos verdes. Los espacios en blanco se llenaron y se me hizo un nudo en la garganta. Edward Wood.

Narra Edward.

Literalmente estaba volviéndome loco. Ella no aparecía por ningún lado y yo ya no sabía por dónde buscar. Temía tanto que algo le hubiera pasado, que no la encontrara porque ella ya no estaba. Mi mente no descansaba y me mostraba las mil y una respuestas a mis cavilaciones volviendo el simple echo de pensar, el mas cruel de los tormentos.
Fui a su departamento para tranquilizarme. Llevaba tiempo sin hacerlo y me costaba admitirlo, pero lo necesitaba porque ahí al menos sentía que ella no se había marchado del todo.
Toqué el timbre, Lu no me quería ahí y lo sabía, pero ella tenía que entenderme, estaba completamente desesperado por sentirla cerca. La puerta se abrió y las palabras enmudecieron al ver a Clara de pie con sus cabellos castaños cayendo sobre sus hombros y vistiendo con mi sweter.  Sus ojos encontraron los míos y su ceño se frunció antes de desvanecerse.
-Lu. Está acá. Está en el departamento. -dije feliz al teléfono.
-¿Qué haces ahí? -preguntó fría y lo supe.
-Lo sabías. ¿Hace cuánto volvió?
-Hace tres semanas. Edward por favor no le hagas nada.-suplicó y las lágrimas quemaron en mis ojos.
-La amo. ¿Es tan difícil entender eso?
-Edward....
-La amo.
Corté la llamada y tomé la mano de Clara, a quien había recostado en el sillón. Recorrí sus facciones con la mirada y dejé que las lágrimas huyeran de mis ojos. A pesar de la rabia y el dolor, estaba tranquilo porque ella estaba ahí y yo también.

Narra Clara.

-Edward,  Edward.  ¿Dónde estás? ¡Edward! - corrí entre lo que parecía ser el claro de un bosque y lo busqué nuevamente mientras el terror se hacía acopio de mis fuerzas.- Edward, por favor. Te necesito. -caí de rodillas, empujada por la nada y miré a mi alrededor asustada.- Te necesito.

Narra Edward.

-¿Por qué no me lo dijiste?-pregunté.
-Siempre la lastimas.-inquirió Lucila.- Tuvo un accidente cuando salió de tu casa, Edward. Decía tu nombre antes de despertar, te pedía ayuda y, ¿dónde estabas vos? Con tu prometida. Dejalo ya. Estuvo sola dos semanas sin saber siquiera quién era. ¿Dónde estabas vos?
-Buscándola.

Remember meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora