Capítulo 20

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Los tres shinigamis se concentraron, buscando la presión espiritual de Ulquiorra. Aunque era evidente que intentaba ocultarla, sus emociones fuera de control lo delataron. Gin fue el primero en percibirlo.

-Está en el lado oeste de la ciudad.

-Llévenme ahí, por favor. Antes de que se marche.

Gin tomó a Orihime en brazos, miró a Rangiku, que le guiñó un ojo de regreso y se marcharon. La cargó hasta allí tan rápido como pudo, sintiendo los latidos acelerados del corazón de la chica.

¿Qué siento por Ulquiorra?

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, se detuvo y dejó a Orihime para que caminara hasta allí. Le inquietaba la idea de dejarla sola, pero, estaba seguro de que el Arrancar no la lastimaría.

-Suerte, Inoue.

-Gracias, Gin.

Se tomó un par de segundos para intentar calmarse y caminó, lo más decidida que pudo hasta Ulquiorra. Se encontraba en un mirador desde el que se veía perfectamente la puesta de sol; era conocido por ser uno de los lugares predilectos para las jóvenes parejas o para las propuestas románticas.

La última vez que ella había estado allí, el panorama era completamente diferente. Habían decidido ir en grupo: Ichigo, Mizuiro, Keigo, Tatsuki, Sado, Uryu y ella. En aquel momento, ella deseaba profundamente que Ichigo se le declarara. Muchas cosas habían ocurrido desde entonces.

Se acercó despacio y observó a Ulquiorra, sentado en el borde del mirador, donde ningún humano se atrevería a sentarse por el evidente riesgo de caer. El sol teñía todo de un tono ámbar, dándole un aspecto etéreo a Ulquiorra.

Es hermoso.

De repente, Orihime cayó en cuenta de que ella jamás pensó eso de Ichigo. Lo encontraba guapo, sin duda, pero nunca pensó que él fuese hermoso.

Me gusta su rostro.

Tragó saliva y dio los últimos pasos hasta él. Notó su respiración más acelerada de lo habitual, casi como si estuviese llorando. Justo en ese instante, Ulquiorra volteó a verla, con el rostro más triste que ella hubiese visto.

- Dime, mujer, ¿por qué siempre tengo que esperar paciente el pedazo que me toca de ti?

Lo siento.

- ¿Qué haces aquí? ¿Ya supiste que quería tu amado Kurosaki-kun? -dijo casi escupiendo lo último.

No quería lastimarte.

- Odio esto, odio sentirme de esta forma. Extraño no sentir, todo era más fácil.

La vida a veces duele, ¿no es así? Pero desde que estás conmigo... duele menos, cada vez menos.

- Siempre seré el número dos para ti.

No, no es así.

- Ulquiorra, agradezco muchísimo que te hayas preocupado tanto por mí y que me hayas dicho que no saltara hacia los brazos de Ichigo, porque podía caerme. Lamentablemente, soy el tipo de persona que necesita caerse para aprender. Como todos, supongo. Y si decides seguir viviendo entre los humanos, es probable que también te ocurra -Ulquiorra la miró, extrañado. Se fijó en cómo la chica sonreía dulcemente, y a la vez, comenzaba a llorar- No quiero perderte, Ulquiorra.

- Mujer... -su voz fue casi un susurro.

- Sé que soy egoísta, no puedo evitarlo. Pero... te juro que no estoy enamorada de Kurosaki-kun. Me duele, sí, pero no lo amo. Te lo juro por Sora.

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⏰ Última actualización: Jan 07 ⏰

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