Problemas Familiares.

Capítulo 28 *La Verdad Es Revelada*

Estaban cerca. Habían recorrido un largo camino, los obstáculos fueron superados y ahora habían reforzado sus fuerzas. Omega ya estaba en ellos y era lo necesario para derrotar a Pallas... Sin embargo, tenía un mal presentimiento.

Mientras corría hacia el salón de Pallas, por momentos, varias y diferentes imágenes azotaban su mente. Eran borrosas pero presentía que ya los había visto. Oscuridad y dos profundas Lunas rojas, tan rojas como la sangre que lo inquietaba.

Sentía el estómago oprimirse.

El ambiente había cambiado, su nerviosismo e inquietud no dejaban de hacerlo sudar, ya no sentía el Cosmos de Athena pelear contra Pallas, sino que ahora...

El suelo tembló con fuerza al momento de cruzar la gran puerta. —— ¿qué fue eso?

Y aquel sentimiento cobró nombre al precensiarlo.

Miedo 

Veía a Seiya volar por el salón, atacando y defendiendose del Rey Pallasite Titan, la fuerza era tanta que sacudia todo lo que estaba en la habitación.

Tenía miedo.

Ver a Seiya utilizar toda su fuerza contra Titan lo ponían ansioso, teniendo en mente lo que había ocurrido en la entrada a las cuatro rutas del Palacio.

Temía que se quebrara en el aire.

Temía que ocurriera lo peor.

Tenía mucho miedo.

Quería intervenir.

—— no lo hagas, Koga. —— pero su atención se fue hacia el Caballero de Tauro, asustado al verlo mal herido y siendo sostenido por uno de los pilares de la habitación. Harbinger estaba bañado de su propia sangre ya seca. —— no hay que intervenir.

—— pero hay que ayudarlo. —— exclamó igual de temeroso el pequeño Dragón. —— en su condición no puede combatir.

—— a pesar de eso, su poder se iguala con la de Titan. —— admiró Edén junto a los demás. —— es como la batalla de los mil días...

—— pero... Contra los poderes de un Dios... —— un escalofrío recorrió la columna del pequeño caballo al hablar. Se sentía observado. Y no era por uno de sus compañeros, sino por alguien oculto de entre los rincones más oscuros del Salón. —— alguien está observandome.

—— no lo entienden. —— habló con dificultad el mayor. Su armadura dorada estaba partida y no brillaba debido a la suciedad que ocasionó el combate. —— esta no es una lucha como cualquier otra... Ésta es una batalla que Seiya ha retenido a lo largo de su vida. —— Su mirada cansada y vacía obervaba atentamente los golpes sentellantes que Sagitario lanzaba. El sonido de choques y puños resonaban en cada rincón, y más de un golpe terminaba por caer cerca de ellos. —— una lucha que hasta ahora está dejando salir a flote... Respeten eso y dejen que se desahogue.

Pero sus palabras sólo ocasionaron que más culpa se llenara en el pecho de Pegaso.

Ahora tenía mucho más miedo que antes.

Los gritos y golpes de Seiya no ayudaban en nada, era como si fuera la primera vez que lo veía combatir. La ansiedad salía de solo ver como su padre era golpeado por Titan y los gritos que este soltaba al momento de atacar al Rey. Sus ojos se movían a la par en que ambos alados cambiaban de posición, no perdiendo detalle alguno para tratar de encontrar la oportunidad en ir y ayudarlo.

Titan admiraba la gran fuerza que el antiguo portador del Pegaso poseía, recalcando que la palabra "Legendario" le quedaba muy corto a como era su determinación, fuerza y poder. El polvo se levantaba con violencia e incluso el suelo se sacudia, los choques cósmicos se escuchaban como si fuera un bombardeo.