Placebo [Sope]

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N.A: Esté es el segundo capítulo actualizado hoy :)

POV. Jung Hoseok.

[ Tengo miedo de lo que pienso, ¿Por qué no puedo tener el control de mis pensamientos? Quisiera dejar de pensar, ¿Por qué no quedarme solo con lo bueno? Mi mente es mi peor enemiga, o así es como lo siento... Esto no tiene sentido, nada lo ha tenido. Quiero dejar de pensar...]

[¿Por qué siento que solo pienso en él? ¿Me gusta? No quiero que me guste, no quiero, no quiero, no quiero... ¿Qué piensa de mí? Quisiera saberlo]

«¿Que pasa conmigo?»

(♣♣♣)

Era martes.

Me frote la cara con ambas manos, me levanté y camine en dirección al baño. Contemple mi reflejo en el espejo, yo era un asco. Odiaba lo que veía, mi cabello comenzaba a desteñirse en la raices y no tenía brillo alguno, se veía un poco reseco. Mis ojos estaban apagados y mis mejillas sin color.

Me di una ducha rápida y opte por usar el uniforme del hospital. Un suéter color gris ceniza y unos pantalones cómodos de algodón —del mismo color que el suéter—. Me quedé sentado al filo de mi cama, mirando hacia la pared sin mirarla realmente.

Había pasado la noche teniendo extraños sueños, totalmente incoherentes, y no lograba recordar la mayor parte de él.

Eran las 7:15 a.m

No pasó demasiado tiempo cuando uno de los enfermeros entró al dormitorio para darnos nuestro medicamento matutino. Luego de asegurarse que lo habíamos tragado, nos guío a mi soñoliento amigo y a mí hasta el comedor;  nos formamos detrás de una chica pelinegra que bufó al vernos.

Tomé la bandeja y le di un vistazo a mi desayuno: waffles de avena con miel, un pequeño tazón con moras azules y un vaso con jugo de manzana, a un lado un pequeño tenedor de plástico y una servilleta desechable.

— El desayuno luce delicioso, ¿No crees? — me habló Seokjin —, aunque no me fascina el jugo de manzana.

— ¿Cuál te gusta?

— Hmm — cerró sus ojos, como si estuviera imaginando algo —, el durazno y también la naranja — dijo finalmente.

Nos sentamos en una de las mesas que estaban junto a la pared, y —para mí suerte de mierda— Taehyung se sentó a mi lado.

— Buenos días, Rojito — me miró con una sonrisa cuadrada en sus finos labios.

Traté de no rodar los ojos ante el apodo ridículo que insiste en darme.

— Buenos días, Hoseok — me saludó Namjoon y giró su rostro a mi amigo —. Luces hermoso, ¿Lo sabías? — le coqueteó sin vergüenza.

Sonreí suavemente por la reacción de Jin, pese a su actitud desinteresada, es obvio que le gusta escuchar a Namjoon llamándolo "lindo".