*Narra Lali*
Ya pasaron cuatro meses desde que Peter está en coma, allí acostado, sin mirarme ni hablarme. Entiendo que todo esto es mi culpa. También entiendo lo que me dijeron los médicos: es posible que Peter, mi amor, no salga de esta situación. Pueden pasar días, meses o años en salir de la coma, o directamente no salir. Existen varias posibilidades.
Ahora estoy junto a él. Junto a mi hijo. Mis hijos. Ya estoy embarazada de seis meses y Peter aún no despierta. Pedrito ya tiene casi dos años. Exactamente un año y ocho meses.
Estamos todos juntos, en familia, esperándolo. Ayudándolo.Comienzo a sentir una distorsión entre los sonidos del respirador.
Dejo a Pedro sobre el piso y corro hacia la puerta de entrada a buscar a un médico.
El ruido comienza a acelerarse, se hace continuo, escuchándose un ligero y sin fin 'pip'.
Comienzo a impacientarme y a correr por el pasillo. No hallo médicos, solo enfermeras. No, las enfermeras no sirven en este momento. Solo doctores. Si, ¡Ahí está!.Yo: ¡Doctor! Venga, por favor. Rápido.
Dr: ¿Que sucede?
Yo: no hay tiempo de explicar. Venga.
Sin darle tiempo a que me responda salí corriendo hacia la habitación de Peter. Volví mi mirada hacia atrás para asegurarme que el doctor me haya seguido. Si, lo hace. Vamos, anda, más rápido.
Llego a la habitación ubicada al final del pasillo. Aquella que había venido durante tanto tiempo. Ya cinco meses viniendo diariamente, a cada rato posible.
Dr: quédese en la sala de espera. En cuanto pueda le informo.
Yo: está bien.
Saqué a Pedro de la habitación y me fui a la sala de espera. Lo dormí y luego de unas dos horas me dormí yo.