2.

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Daniel:


Jodida mierda. Todo esta noche fue de mal en peor... ella no tenía por qué enterarse de mi pasado de esa forma tan brutal. Ahora supongo que el "nosotros" ha terminado definitivamente, esta no era como esas tontas peleas que teníamos a menudo por tonterías en las que ella me ignoraba por horas, no, esta vez pude ver el daño cause a través de sus ojos.

El dolor que yo cause.

En un principio enamorarme no tenía lugar entre mis planes, solo pensé que si la llegaba a conocer profundamente me cansaría de ella como pasaba con cada chica, pero no, no fue así, me enamore como un imbécil, caí redondito ante sus infinitos encantos. Jugué con fuego, y bien dice que el que lo hace siempre sale quemado.

Me despedí del señor y de la señora Allen minutos después de hablar con Emily dando mí sentido pésame. Salí y opte por caminar hasta mi pequeño apartamento, el camino era largo pero no me importo, ya había perdido casi todo en mi vida en un solo día ¿qué más da caminar un rato?, tal vez logre despejar mi mente, aunque estaba casi seguro que eso no sucedería.

Emily estaba en cada pensamiento, cada cosa así fuera insignificante me obligaba a recordar algún momento juntos.

Una vez que conoces a Emily Allen nunca la olvidas. Ella es así, indeleble.

Arrastre mis pies a medida que avanzaba, necesitaba alcohol... demasiado alcohol de hecho. Entre a la primera tienda de licores que encontré en el camino, una chica de cabello rubio con enormes ojos marrones sonrió al momento en el que entre. Si estuviera de buen ánimo seguro le devolvería la sonrisa coquetamente, pero hoy no era mi día así que solo me limite a hacer una mueca.

─ ¿Puedo hacer algo por ti, guapo?

Estuve a punto de vomitar por su juego de palabras.

─ ¿Qué crees que podrías hacer? ─le conteste manteniendo mi cara de póker.

─Para alguien como tú, muchas cosas...

─Si estas tratando de coquetear conmigo, te evito el fuerzo, las rubias no son de mi gusto en particular, sin mencionar más ─me miro estupefacta pero la ignore─, solo dame una botella de vodka.

La chica desapareció de mi vista unos minutos y cuando regreso traía con si la botella que le había pedido.

─Serian 63 euros ─dijo y mantuvo su mirada en la caja registradora.

Saque mi billetera de la parte posterior de mi pantalón y saque el dinero suficiente para pagar, no espere el cambio solo salí de allí. Destape la botella y comencé a beber directamente de ella. El alcohol quemo de a poco mi garganta, necesitaba esa sensación.

Lo que necesitas saber es si Emily te perdonara algún día, hablo mi subconsciente.

Camine un rato más, ya el licor estaba haciendo su efecto en mí, las palabras salían arrastradas y al caminar sentía tambalearme de derecha a izquierda. Busque entre mis pantalones las llaves del apartamento, cuando las encontré abrí la puerta provocando que esta se azotara fuerte contra la pared. La ignore y no me tome la molestia en cerrarla.

─ ¡Jared tenías razón, lo arruine todo! ¡Me enamore, lo deje todo por ella y aun así lo arruine! ─grite esperando que mi mejor amigo saliera de su cuarto y comenzara el interrogatorio.

Nadie contesto, camine, si así se le puede llamar hasta su cuarto. No estaba allí, su cama se encontraba exactamente como esta mañana. Saque mi celular y lo llame. No tardó más de tres timbres para que el contestara. Se senté en el sofá.

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