Daniel.
─No tengo excusa de nada, ahora no tengo más secretos... dime que piensas de todo esto.
─Si no habría escuchado a esa tal Lia decir acerca de un legado y de los viajes, te catalogaría como el mentiroso más grande de la historia. Esto parece una historia sacada de una revista absurda. Tu familia es... no tengo siquiera palabras para describirla. ¿Ahora... pretendes que crea que yo fui la mujer que te cambio? Un mujeriego nunca deja de ser un mujeriego, esa era la razón por la que te ignoraba, eras el "todas mías" de la universidad, pero así me conquistaste. No te la puse fácil y aun así eras perseverante, eso me hizo pensar que tal vez te merecías una oportunidad. En este momento la confianza está rota, que es básicamente el segundo factor predominante en una relación. Siento que te necesito pero en el fondo sé que es mejor que te alejes de mí.
─Si crees que es lo mejor, lo hare sin importa lo difícil que sea dejarte, lo hare.
─ ¿Por qué simplemente no puedes decir "recuperare tu confianza o luchare por esto"? ¿No se supone que es lo que hacen los novios que en verdad aman a su pareja?
─Porque ya lo dije y no tuve una respuesta a cambio. Por eso creí que lo más lógico y sensato es darte a elegir, esto se trata de lo que quieras, Emily. Por primera vez en la vida estoy dejándome en segundo un lugar para hacer lo que consideres correcto en esta relación.
─ ¡Ese es el maldito problema que no sé qué hacer con nosotros!
─Piénsalo y cuando tengas una respuesta yo estaré en casa esperando escucharla.
─Lo haré ─escondió su rostro en mi cuello.
─ ¿Me lo prometes? ─Pregunte antes de depositar un simple beso en su frente y abrazar acercándola cada vez a mí.
─Te lo prometo.
Después de eso el silencio invadió el ambiente y allí estábamos, en la cama de Caleb abrazados, como si nada hubiera pasada hasta me atrevería decir que estábamos felices, pero teniendo en cuenta que es de Emily Allen quien hablamos, todo es un misterio últimamente.
─Dan ─me llamo con voz perezosa, aparte un mechón de cabello que se interponía entre su mirada y la mía.
La observe con el ceño a medio fruncir.
─Dime ─respondí.
─Yo también te amo ─dijo antes de cerrar los ojos y volver a abrazarme─. Tanto que no lo mereces, así como yo no merezco que me ames ─beso mi cuello y en verdad ese gesto me sorprendió.
─ ¿Qué haces? ─mi voz tenía un tinte alarmante en medio de la pregunta.
─Nada ─siguió besando allí.
─D-Deja de hacer eso.
─ ¿No quieres que lo haga? ─Esa voz... Dios sabe que no puedo resistirme ante ella.
Trague saliva fuerte dificultándome el hablar ─S-Si... Digo no. Emily no me hagas esto.
Se deslizo por mi regazo hasta quedar sentada a hurtadillas, me congele no era capaz de mover un dedo, está sorprendido. Ella pareció notarlo y... ¡Me beso! Pero no cualquier beso, no señores, era el señor de los besos; excitante, romántico a tal punto de dejarme sin respiración. ¿Qué está pasando con ella? Esta mujer es una caja de sorpresas.
Por instinto lleve mis manos a su trasero, apretándolo un poco. Solté un gemido entre el beso. Comenzó a mover lentamente sus caderas. Y en menos de lo que pensaba mi camisa estaba a un lado de la cama y su vestido tal vez en el piso de la habitación.
No podía, no podía hacer esto en el cuarto de su hermano... seria irrespetuoso ¿no?
─ Angioletto.
─Extrañaba eso ─sonrió de lado.
─ ¿Qué?
─Que me llamaras de esa manera.
En un rápido movimiento cambie de posición, quedando sobre ella. Levante la mirada conectando con la de ella, podía notar que aún me quería, es como si nada hubiera cambiado. Debía demostrarle lo mucho que la amo. Acerque mi rostro a su muslo y mordí suave aquella zona, probablemente dejaría algún moretón allí abajo y lo sé, porque conozco todo de ella. Su cuerpo es demasiado para mí. Abrí un poco sus piernas y frote un poco sobre su ropa interior.
Arqueo la espalda al sentir aquella sensación que provocaban mis dedos en ella, al comprobar su humedad introduje dos de ellos. Moviéndolos a un ritmo lento. Uní nuestros labios diciéndole cuan hermosa era.
Mascullo un leve quejido para luego suspirar generando que los mechones que caían en su frente se movieran desordenándose.
─ ¿No te arrepentirás después de esto? ─dije.
Negó moviendo la cabeza de un lado al otro.
Posteriormente todo ocurrió, las caricias, los besos, los abrazos, la muestra del amor que nos teníamos del uno al otro. Porque en ese momento no importaba nada de lo sucedido. En ese instante éramos nosotros amándonos como antes.
Acostados en la cama, nos encontrábamos viendo una película de comedia. Emily no dejaba de irse sobre mi pecho, aunque para ser sinceros no provocaba nada de risa, era aburrida.
─Deberías considerar el plan de mi mamá, tal vez una huida de aquí sea lo mejor para los dos... sé que no es algo de tomarse a la ligera, pero piénsalo.
Su cuerpo se tensó ─Y-Yo no creo que sea una buena idea, Dan.
─Solo piénsalo... sin presiones.
Próximo capitulo será más largo, es que he estado en parciales...
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Whispers
Teen Fiction"La vida es tan cruel que podemos ser reparados por la misma persona que nos rompió"